Goldfrapp / The Singles

Nadie adivinó lo que terminarían siendo Goldfrapp cuando publicaron ‘Felt Mountain‘. Alison había cantado en ‘Maxinquaye’, la obra maestra de Tricky, y el disco contaba con una anecdótica pero nada desdeñable colaboración como músico de Adrian Utley de Portishead. En años bajos para el trip-hop como fueron los 2000, Goldfrapp sonaban como su evolución natural hacia paisajes más abstractos (sus letras siempre fueron mucho más indescifrables que las de Beth Gibbons) y envolventes.

El grupo recibió críticas encontradas con su giro hacia el electropop en ‘Black Cherry‘, radicalizado hacia pistas de baile casi estandarizadas (pero no) en ‘Supernature‘. Sin embargo, Will y Alison se habían mantenido bastante fieles a sí mismos. Canciones como ‘Train’ o ‘Strict Machine’ contenían un poso industrial y un trasfondo glam que podía resultar mucho más sexy, pero manteniendo el clarísimo punto de paranoia que habíamos conocido en ‘Lovely Head’ o ‘Utopia’. Por no hablar de que aquella transformación iniciada con la versión de ‘Physical’ de Olivia Newton-John contenida en la edición especial de su primer disco (e interpretada en una sublime actuación en el FIB) supone una lección de elegancia para las Little Boots y las La Roux que han venido y quedan por venir.

Tomando la teoría de que la evolución de Goldfrapp no era tan disparatada (para muestra el collage de portada o el del libreto con bien de animales y elementos naturales), lo lógico habría sido apostar por el orden cronológico en una recopilación de singles. Sin embargo, se ha optado por comenzar con ‘Ooh La La’, su mayor éxito y una de las canciones más pinchadas de los clubs de buen pop en Europa en la última década (en España no); y seguir con ‘Number 1’, que por algo ‘Supernature’ terminó vendiendo un millón de copias, convirtiéndose en su disco más exitoso.

Más o menos se alternan «tres canciones rápidas» con «tres lentas», produciendo la ligera sensación de estar escuchando un álbum en modo aleatorio, especialmente en la transición de ‘Strict Machine’ a ‘Lovely Head’. Por el contrario, lo que podría haber sido un final de disco decadente entre la sosez de los dos temas nuevos y lo deficiente de ‘Head First‘ se resuelve con este tracklist alternativo. Por mucho que Alison eche pestes ahora sobre su quinto disco, ‘Rocket’ y ‘Believer’ no molestan nada entre la vibrante ‘Ride A White Horse’ y ‘Black Cherry’.

En definitiva, el recopilatorio en sí, que incluye las letras, no es el 10 que debería ser para un grupo con tal cantidad de buenas canciones y que además supo crear un excitante universo propio, sonando personales incluso a pesar de los cambios. Pero no está mal. De alguna manera, es coherente con la idea de mantener al grupo infravalorado, tan ignorado por los fans de Portishead, que siempre pensarán que Goldfrapp murieron en el año 2000, como por los de Sugababes, no siempre abiertos a un corte tan etéreo como ‘A&E’.

Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Utopia’, ‘Ride A White Horse’, ‘Ooh La La’, ‘A&E’, ‘Train’
Te gustará si te gusta: el pop pegadizo pero muy bien producido
Escúchalo: Spotify

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: goldfrapp