Papá Topo / Rotación y traslación

Papá Topo publican esta semana en Elefant un mini LP de seis pistas que de momento es su lanzamiento más largo. Las dos canciones adelantadas la semana pasada, ‘En un momento’ y ‘Robot’, denotaban una nueva exploración en la historia de la canción melodramática, senda iniciada por ‘Capuchas de lluvia’ en su single anterior -aunque entonces en clave noise-, y compartida por compañeros de sello como Corazón.

‘En un momento dado’ era muy clara con su estribillo «yo ya no soy aquel», un guiño a Raphael precisamente ahora que vuelve con Manuel Alejandro después de 28 años; y ‘Robot’ utilizaba una melodía un tanto Henry Mancini en ‘Moonriver’ junto a la típica batería de Phil Spector. Ninguna de las dos parecía a la altura de ‘Lo que me gusta del verano‘, especialmente la segunda, demasiado cercana a sus referentes y con una temática ya agotada por La Monja Enana, Parade o por la canción con la que Alaska y Dinarama abrían ‘Fan fatal’, ‘Lo siento’, a su vez inspirada en ‘Blade Runner’.

Pero ambas abren el camino para el desarrollo de un mini LP casi conceptual (el «casi» es por el carácter épico de ‘Sanguijuela’, que han tenido el acierto de poner al final) que sabe traer lo mejor de clásicos del más diverso origen (ver playlist con sus influencias) a su sonido, tildado de ñoño, pero siempre lleno de buenos ritmos (‘Roselles i Esbarzers’) y ahora de arreglos más cuidados que nunca (cuerdas y vientos por ejemplo en la bossa ‘Siesta’). Tiene narices que a dos adolescentes se les haya ocurrido hacer una canción como recién salida de una revista del destape, como la picantona ‘Acomodador’, mientras muchos treintañeros siguen negados a las virtudes melódicas de estos géneros tan «rancios» (sic).

El álbum producido por Gerard Civat, Manel Ibáñez y ellos mismos cuenta con cierta intención yeyé, «girl group» o incluso en algún momento soul que agradecería voces más adultas y ligeramente más prodigiosas (no necesitamos a la Aguilera, pero sí mayor decisión a lo Pipettes). Esa portada, que parece hablar de cambio, es tan desafortunada como la realizada por Vainica para una de sus peores decisiones en todos los sentidos, ‘Carbono 14‘. De nuevo, un lanzamiento de Papá Topo es mejor por lo que promete que por lo que es en sí, pero lo grande es que lo que antes prometían como artífices de hits poperos, ahora lo hacen incluso en terrenos más tradicionales. Reíd a gusto mientras nosotros asistimos al fascinante desarrollo de ese todoterreno que está resultando Adrià.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Roselles i Esbarzers’, ‘Acomodador’
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Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: papá topo