‘Long Black Cars’ es la confirmación de que el trío inglés ha encontrado el equilibrio de su estilo, concretando el camino a la madurez que tomaron con ‘Susan Rode The Cyclone‘ (2010) y ‘Beer In The Breakers‘ (2011). Atrás queda el pop lo fi con espíritu de estadio de ‘Instant Coffee Baby‘ (2008) y los aires a Herman Dune de ‘If You Leave It Alone‘ (2009). La influencia de sus otrora padrinos sigue presente en canciones como ‘Never Go Home Again’; sin embargo, es el adelanto del disco, ‘Eskimo Kiss‘, el que ha sido firmado a medias con un ex Herman Dune y colaborador habitual de los chicos de Tattersall, Stanley Brinks. La voz principal de este tema recae en Jonny Helm, batería y ocasional cantante (protagonizó el EP ‘Jonny Helm Sings’), que también es solista en ‘Give Me A Second Chance’, la canción más movida de ‘Long Black Cars’. Estas dos contrastan con sus anteriores apariciones, cantando lentas baladas emotivas en las cuales, por causas obvias -al menos en directo, cuando se levanta de su banqueta para pegarse al micrófono de Tattersall-, no suenan ni tambores ni platos.
‘Give Me A Second Chance’ también incluye un bonito solo de guitarra de David Tattersall, que cada vez parece más fluido a la hora de tocarlos. No es un virtuoso ni lo busca, pero los solos de este nuevo disco son, en conjunto, los mejores que ha hecho, llenos de arabescos y adornos que le dan un punto de originalidad a su estilo bluesero. Quizá la mayor muestra de su arte sea ‘Spaghetti
‘, canción que parece prima de uno de sus mejores temas, ‘I Shall Be A Ditchdigger’.‘Long Black Cars’ fue grabado en su mayor parte durante el pasado agosto en Nueva York. Esta vez no han contado con Darren Hayman como productor pero el resultado sigue siendo el mismo: parece que están en tu habitación en este mismo instante. El único añadido que se permiten es la armónica que toca Tattersall en ‘Hoops’ y en la dylaniana ‘Long Black Cars’, que cierra el disco. Si puedo formular un deseo para su siguiente álbum es que incluyan un órgano Hammond, se me hace la boca agua solo de pensarlo.
Esta nueva referencia discurre entre temas más fieles a la despreocupación de los primeros discos como ‘Cut Then Down In The Passes’ o ‘Seagulls’, que tiene un punto tropical con su maraca y su cencerro, y aquellos con un punto más oscuro y dramático como ‘My Head Gets Screwed On Tighter Every Year’ y, sobre todo, ‘The West Country’ y ‘Come Home Tessa Buckman’, una de las canciones más sentidas del repertorio de los ingleses, en la que la doliente voz de Tattersall está acompañada únicamente de su guitarra acústica y el bajo de Franic Rozycki.
‘Long Black Cars’ es quizá su disco más equilibrado, asumiendo una madurez que empezaron a buscar con ‘Susan Rode The Cyclone’. Han conformado su paleta de colores y la distribuyen ofreciendo una calidad casi homogénea en sus doce cortes, como si hubiera habido una buena selección previa detrás.
The Wave Pictures presentan su último disco hoy 12 de abril en Barcelona (sala KGB), el 13 en Valencia (Mirror), el 14 en Pontevedra (Sala Karma) y el 16 en Madrid (El Sol).
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Stay Here And Take Care Of The Chickens’, ‘Cut Then Down In The Passes’, ‘Spaghetti’
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