El vídeo de Inés de León, inspirado en una guerra de pistolas de agua, sigue la misma línea. «El vídeo refleja algo muy sencillo que echo de menos, salir de lo que yo soy para ser un rato otra persona, sin responsabilidad ninguna y sin prejuicios porque sólo es un juego y aunque tenga sus reglas, las reglas de los juegos están hechas para que te lo pases bien. No como algunas de esta sociedad que parece que están hechas para que nos peguemos un tiro en la cabeza. La canción no solo habla de jugar, habla de lo que ser pequeño significaba, inocencia, curiosidad, pureza, frescura. Y más bien me quedo con el espíritu de un niño pequeño, pero no sé si quisiera volver a ser pequeñita. Lo ideal sería saber mantener la ilusión y las emociones igual de fuertes que antes, ya que creo que son el motor de estar feliz y tranquilo».