La idea está bastante clara: falta público masculino en la TDT, quizá porque no terminan de encontrar los programas que buscan. Así, tanto Antena 3 como Telecinco iniciaron las emisiones de Nitro y Energy, dos canales enfocados a que este sector se reconciliase con la televisión. Pero no solo de deportes vive el hombre, y alguien debió de darse cuenta de que faltaba aquí una clara apuesta por el entretenimiento.
Así que la afrenta terminó iniciándola VEO TV, propiedad de Unidad Editorial (El Mundo, para entendernos). Ya habían conseguido poner en funcionamiento Marca TV, que cubría bastante bien la parcela deportiva, así que ahora necesitaban un nuevo canal de entretenimiento en abierto, a sumar a su televisión católica (13 TV) y a su canal de pago (AXN). Se decantaron por Discovery Max, uno de los nietos del conglomerado que posee Discovery Channel, y que lleva haciendo documentales (prácticamente) desde que el mundo es mundo.
El 12 de enero de 2012 se iniciaba la emisión de Discovery Max, y casi cinco meses después, el 1 de mayo del mismo año, laSexta enterraba su segundo canal (laSexta 2) e iniciaba las emisiones de Xplora, un canal calcado del anterior, y que se estrenó vapuleando a otros canales con mayor recorrido en la TDT, como Energy o MTV, alcanzando un 1,2% de share
.Pero, ¿qué es lo que lleva a estos canales a convertirse en un éxito? Claramente, dos cuestiones muy diferenciadas. En primer lugar y gracias a sus datos de audiencia, son emisoras que no cuentan con gran cantidad de anuncios. Ni siquiera Xplora, que pertenece al Grupo Antena 3, hace las desconexiones que el resto de canales del hub (Nitro, Neox y Nova).
En segundo lugar, estamos ante una nueva forma de hacer televisión. Los documentales que se emiten en estos canales distan bastante del concepto tradicional que tenemos muchos de nosotros, e incluso aunque traten temas de ciencia o naturaleza, siempre adoptan un punto de vista más cercano al espectador, que puede llegar a ser amarillista en algunas ocasiones. Porque, qué demonios: algunos de los programas son auténticos reality show disfrazados. ¿No es ‘L.A. Ink’ un Gran Hermano de tatuadores? ¿Quién se resiste a ver a Loquillo presentar un programa de motos, a ver a Metallica a cámara súper lenta y a flipar con las barbaridades de ‘Urgencias bizarras’ o ‘Gastronomía insólita’? Claro, que si hay que quedarse con uno, nos quedamos con personajes como Robbie Williams, Brendan Fraser o Morgan Freeman haciéndose preguntas existenciales.