La verdadera esencia del festival se concentra en Sónar Día, que se celebra en las dependencias del MACBA y el CCCB, un entorno urbano y emblemático; quizá el lugar más apropiado para analizar la cultura electrónica. Y es también una pasarela de modernos donde parece que todo vale. El espacio además permite todas las posibilidades de infraestructuras que este evento tan especial exige. Sin embargo, este año se ha sacrificado SónarMática, la tradicional exposición de New Media Art, que aportaba una dosis de reflexión trascendental a tanto bailoteo. Este año se han limitado a recomendar exposiciones que cuentan con su visto bueno, como la de Francisco López en la Fundación Mies van der Rohe, situada exactamente donde Cristo pegó las tres voces.
Poco después, se subió a este mítico escenario el músico británico Totally Enormous Extinct Dinosaurs, vestido con plumas a lo Patrick Wolf y desgranando su disco de debut, ‘Trouble’, interpretado haciendo más concesiones al baile y acompañado en su actuación por dos gogós con coreografías bastante al límite de lo humano y con unos modelos que quitaban el hipo. Era de agradecer esta nota de color que coronó uno de los mejores conciertos de la jornada. Al menos de los que vimos, porque el lleno absoluto del reducido espacio SonarComplex (una capilla anexa) nos impidió asistir al esperado show de los canadienses Trust.
El SonarHall se ha convertido en un espacio idílico año tras año. Es la sala con mejor acústica de la versión diurna y donde siempre se programan los directos más atractivos. No es fácil olvidar los shows de otros años de Broadcast, Jon Hopkins, Aufgang, Nicolas Jaar o Micachu and the Shapes. Estas expectativas del espacio se añaden a las que despiertan los propios grupos. Por ejemplo, la actuación de When Saints Go Machine. El folk electrónico contundente que estos cuatro jóvenes daneses supieron ejecutar desde el principio, gracias sobre todo a su enérgica batería y al contraste con la voz afectada de su cantante, que a veces recuerda a Karin Dreijer Andersson (The Knife, Fever Ray), daba forma a un repertorio discreto pero en el que brillaban hits como ‘Kelly’.
Para terminar la jornada de introducción de Sónar, en el escenario SonarDôme, programado en exclusiva por la Red Bull Music Academy, Dj Spinn & Dj Rashad nos transportaron a la escena de Chicago con una sesión saturada de bases, durísima, en la que el público en estado de trance, estaba ya totalmente entregado a los ritmos machacones de su propuesta de bajos fondos. Un cierre contundente a una nueva jornada brillante de Sónar. Sr. John, Txema.
Fotos: Prensa Sónar.