¿De quién fue la idea de que produjeras ‘Impermeable’?
Que yo sepa, de Carlos. Un año antes habíamos grabado dos canciones juntos para el EP ‘La cajera’. Creo que eso fue un test para ver qué tal nos entendíamos. Y nos entendimos bien.
¿Qué opinaba Carlos sobre tus trabajos anteriores? ¿Tenía alguno favorito en particular o que no le gustara?
Sé que le gustaba ‘Saudade’ de Le Mans, y que además le traía recuerdos de un verano muy feliz que había pasado en una playa de Cádiz. Me acuerdo de eso porque me pareció rarísimo, ‘Saudade’ no era un disco nada veraniego.
Personalmente, ¿qué etapa te atraía más de lo que había hecho él hasta entonces?
Me gustaban todos sus discos. Incluso ‘Vía Satélite’, que hay gente que se queja de los sonidos y tal, a mí me encanta, creo que es el que tiene las mejores canciones: ‘Rayos de Plasma’, ‘Deja la Lujuria un Mes’, ‘Safari Emocional’… El que menos he oído es ‘El Ángel Exterminador’.
¿Trabajasteis mano a mano en el sonido del disco a partir de las composiciones o te dejó vía libre?
Casi todo lo hicimos juntos. Antes de grabar quedamos varias veces para oír discos y comentar ideas. Yo le iba poniendo los loops que hacía con baterías sampleadas, y él me hablaba de los arreglos que tenía pensados para cada canción. El resto ya se hizo en el estudio, y ahí también aportó mucho Antonio Galvañ, de Parade.
¿Cómo llegaron Parade y Mikel de La Buena Vida a colaborar en el álbum? ¿Se barajaron otras personas? Alaska y Nacho ya estaban en el anterior…
Eran elecciones muy obvias. Yo conocía a Antonio porque acababa de tocar en mi primer disco, y había sido estupendo grabar con él. Y con Mikel lo mismo, a los dos nos encantaba su voz.
En varios libros se habla del carácter esquivo de Carlos cuando grababa con Dinarama. ‘Deseo carnal’, ‘No es pecado’, ‘Fan fatal’… parecen por una razón o por otra grabaciones algo accidentadas. De alguna manera daba la impresión de que no le gustaba mucho estar horas y horas en el estudio. ¿Tuviste esa impresión? ¿Pasó algo así con ‘Impermeable’ o fue todo muy rápido y bien rodado?
Yo me esperaba eso, pero luego no fue así para nada. Carlos estaba siempre en el estudio, salvo un par de tardes que se quedó viendo partidos de Roland Garros en un bar (lo grabamos por estas fechas). Fue todo muy rápido y no hubo problemas.
En la noticia de Elefant de 1999 ya se decía que tú eras el productor del disco, pero el álbum no salió hasta 2001, ¿por qué se retrasó tanto?
Por problemas de salud de Carlos. Antes de grabar el disco estuvo ingresado por un problema hepático, y poco después de la grabación le volvieron a ingresar. El disco iba a salir en otoño del 2000, pero se tuvo que retrasar hasta febrero de 2001.
Una de las cosas emocionantes del disco es que pueda sonar tan alegre (‘Vacaciones’) aunque Carlos ya estaba enfermo. Hasta canciones como ‘Manga por hombro’, con un fondo triste, tienen una melodía alegre…
Carlos estaba convencido de que ya había vivido sus mejores días y de que solo le quedaba la decadencia. Pero al mismo tiempo se lo tomaba con mucho humor y era muy divertido. Una vez estábamos en Arturo Soria buscando un taxi para ir al centro, y como no pasaba ninguno, tuvimos que coger un autobús. Para él eso fue una tragedia. “¡Un divo del bel canto como yo, viajando en autobús!”. Pero empezó a exagerar tanto y se puso tan dramático, que acabamos riéndonos muchísimo todo el viaje. Creo que sus canciones también son así, con esa mezcla de desesperación y humor, y no solo las de esa época.
¿Recuerdas qué canciones estaban en las primeras maquetas? ¿Hubo descartes?
Carlos me pasó dos maquetas en las que estaban las ocho canciones que él compuso para el disco, y no había ninguna más, no hubo descartes. Con las versiones dimos algunas vueltas. Él quería hacer ‘Vai Levando’ de Chico Buarque, pero es la típica canción brasileña que tiene unos acordes imposibles, y le pregunté a ver si no tenía pensada alguna más fácil. Entonces nos pusimos a ensayar ‘Alô Alô Marciano’ de Rita Lee. Pero al final se decidió por las de Jobim y Françoise Hardy.
¿Qué canción cambió más en el proceso de producción?
Todas, porque ninguna estaba muy definida antes de entrar a grabar. Estaban las letras y los acordes, y había un montón de ideas, pero en la práctica todo lo fuimos montando en el estudio.
¿Cuáles eran tus favoritas y cuáles veías menos?
Mis favoritas eran las más Bowie: ‘Estados’ y ‘Cul de Sac’. Pero me gustaban todas. Es un disco tan corto que no hay ni una que me parezca de relleno.
¿Recuerdas de cuáles estaba más orgulloso o hablaba más Carlos?
Estaba muy contento de grabar ‘Cul de Sac’ porque era una canción que había compuesto en los 80 y le gustaba mucho, pero por una razón u otra no había conseguido grabarla todavía. Me suena que también le gustaba mucho ‘Por Desgracia No’.
¿Recuerdas qué cosas gustaron especialmente a Carlos sobre la producción del disco o cuáles rechazó porque no las veía en el camino y no llegaron a salir?
Creo que en general estaba muy contento con todo. Me vetó algún intento de meter reggae en el disco, dijo que él sólo hacía reggae si era como Grace Jones. Aunque luego sí que le gustaba, porque yo recuerdo hablar con él de Althea y Donna, y de Dr. Alimantado. ‘A Cannes’ tiene un toque reggae.
En realidad, los cuatro discos de Berlanga en solitario tienen una producción muy distinta entre sí, ¿crees que ‘Impermeable’ fue uno de los que le dejó más satisfecho?
Creo que estaba contento con ‘Impermeable’, pero no sé qué pensaba de sus otros discos.
El contrato con Elefant era de 2 discos, ¿tienes idea de si hubieras sido también el productor de ese hipotético disco o nunca se llegó ni a barajar tal cosa?
No me acuerdo, pero no me imagino a Carlos haciendo planes muy a largo plazo en aquella época.
¿Alguna anécdota o reacción reseñable sobre el trabajo final de Ian Catt?
No, pero Ian Catt era muy simpático, y la mezcla fue muy agradable. La hicimos en su estudio casero en Croydon, a las afueras de Londres. Todos los días a las cinco se hacía un descanso para tomar el té en el jardín… Era casi una parodia de lo que te imaginas cuando te dicen que vas a mezclar un disco en Londres.
Foto: Alicia Aguilera.