Amanda Mair fue descubierta hace tres años por un amigo suyo que es amigo y a su vez compañero de banda del polifacético responsable de Labrador Records, compañía por la que efectivamente acabó firmando Mair. Eso quiere decir que, con dieciséis primaveras, esta chica ya tenía un contrato discográfico, un poco a las maneras de los cientos de ídolos adolescentes que han ido apareciendo en los últimos años. Sin embargo, ‘Amanda Mair’ presenta la esperable mezcla -en el pop sueco- de frescura juvenil y madurez, que llega en estos tiempos en los que One Direction y compañía dominan fuertemente las listas. Todo ello pese a que Mair tampoco ha escrito ninguna de las canciones del álbum, sino que escogió entre unas cuantas las que más le gustaban y con las que se sentía más identificada, como hacen tantas estrellas a día de hoy.
El resultado final es una colección de diez temas producidos con muy buen gusto por Phil Ekström, compañero de sello y miembro de The Mary Onettes, e interpretados con ídem por Mair, que además es pianista. Las influencias asiáticas en ‘Said and Done’ y las tropicales en ‘What Do You Want’ atrapan, mientras la destacada ‘It’s Gonna Be Long’ parece ser la única, quizás junto a ‘Leaving Early’, por la que las supuestas similitudes con Kate Bush tendrían algún sentido. El par de baladas, más que apañadas, sobre todo ‘You’ve Been Here Before’, que con sus preciosos ecos lejanos invita a contemplar la luna (además de a ponerse así de cursi), terminan por conformar un disco de lo más agradable, sin relleno y ciertamente prometedor. Ya hay ganas de más.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Said and Done’, ‘Sense’, ‘Its Gonna Be Long’, ‘You’ve Been Here Before’
Te gustará si te gusta: el pop sueco
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