¿De dónde surge la idea del Noise Pop 92? ¿Tenías algún modelo en mente cuando decides montarlo?
«
Surgió con Ana y Alfonso de Usura, no recuerdo muy bien cómo, ha pasado tanto tiempo… pero la idea era organizar un concierto en Madrid con varios grupos. Luego pensamos que podíamos intentar hacer más ciudades y así salió la idea de una gira. Desde luego, no es una idea nueva ni mucho menos, es algo que se ha hecho toda la vida, una gira de varios grupos que comparten gustos musicales y que comparten público».
La elección de los grupos, ¿fue puramente personal o eran de verdad los grupos que más interesantes parecían en ese momento?
«
Es que tampoco había muchos más grupos nuevos con un single o un álbum publicado y haciendo música interesante. Penélope Trip habían hecho su primer concierto en la fiesta de presentación de mi fanzine ‘La Línea del Arco’ en Oviedo y me gustaban muchísimo. Esto fue un año antes de venir a Madrid definitivamente e incluso antes de conocer a Usura o a La Síntesis. Recuerdo que llevaron la maqueta de 4 canciones que acababan de grabar a una radio pirata que había en Gijón y la escuchamos allí mismo y aluciné un montón. Creo que estaba Luis Mayo (Screamin’ Pijas, Indienella), unas chicas de allí que hacían un fanzine muy chulo y seguro que alguien más… Puff, me pareció increíble. Además, cuando empezó a sonar una aspiradora al final de la primera canción fue sorprendente (NdE: se refiere a ‘Francine’). En ese mismo momento me hice fan total del grupo y les pedí que por favor tocasen en la fiesta que estaba organizando para presentar el primer número de mi nuevo fanzine.
A Bach Is Dead los conocí en una tienda de Madrid, en los 90 lo normal era ir a las tiendas de discos los días que sabías que llegaban las novedades para poder ver qué cosas nuevas habían salido. El dependiente de la tienda, que acababa de desembalar el disco, despotricaba con un amigo sobre el nombre del grupo, decía que le parecía una vergüenza que un grupo se llamase “Bach está muerto”, que eran unos prepotentes y que seguro que era una mierda. Fue suficiente motivo para comprar el disco. A El Regalo de Silvia supongo que los escuché por primera vez en Radio 3. No había muchas cosas interesantes en España en 1991. Los grupos se podían contar con los dedos de una mano, todo estaba empezando de nuevo».
A 20 años vista, ¿cómo lo ves todo aquello? Imagino que con toda tu experiencia acumulada cambiarías un montón de cosas, ¿cuáles serían las esenciales a cambiar?
»Tengo una memoria pésima y sólo recuerdo cosas sueltas, éramos muy jóvenes y fue un mogollón montar todo, especialmente en un circuito musical que no sabía lo que era este tipo de música y que no nos entendía ni nos respetaba. Cambiar no cambiaría nada, se hizo así y lo hicimos con la mejor intención del mundo y de la mejor manera que sabíamos en ese momento. Siempre pienso que si haces las cosas de corazón salen bien. Yo creo que todos lo pasamos muy bien y aprendimos mucho. Fue muy chulo descubrir que había gente en otras ciudades que compartían nuestros gustos musicales, yo hablé con muchos de ellos y conocí a bastantes grupos nuevos que me dieron sus maquetas. La sensación para mí fue pensar: “No estamos solos, podemos hacerlo, hay público, hay grupos… hay que ponerse manos a la obra”, creo que a todos nos dio mucha fuerza la gira y mucha ilusión para luchar más por todo lo que nos gustaba y lo que estábamos haciendo».
En un momento como el actual en el que los medios tradicionales se tambalean como influencia para encumbrar una banda o un estilo a diferencia del pasado, donde marcaban el paso cuando una simple aparición en un programa de radio o en la tele podía lanzar al estrellato a un grupo, es complicado imaginar el panorama en el que la absoluta ausencia de canales para dar a conocer la música menos masiva, hacía de los pocos existentes, inquisidores de una criba en ocasiones quizá injusta pero muy definida. Sonar en Radio 3 o una crítica buena en Rockdelux podía definir el futuro de una banda. En este panorama, pasar de hacer un pequeño fanzine como ‘La Línea del arco’ a tener un programa en Los 40 Principales como ‘Viaje a los Sueños Polares’ parece marciano pero ocurrió.
Tú has estado metido en casi todos los campos de la comunicación musical, tanto en la radio con ‘Viaje a Los Sueños Polares’, en la tele con la traslación de este programa a imágenes, en prensa desde tu propio fanzine o impulsando un proyecto tan loco como la revista Spiral. ¿En cuál has disfrutado más?
«
He disfrutado muchísimo con el programa de radio, tanto, que lo echo muchísimo de menos, era tan increíble poder hacer un programa de radio, poner las canciones que me gustaban, hablar de mis discos favoritos, de todas esas cosas que me gustaban y además poder compartirlas con la gente… Fue una época increíble, la recuerdo con mucho cariño y me da mucha, mucha pena que se terminase tan de repente».
La pasión de hacer un fanzine cuando uno es joven, ¿se vuelve a recuperar más adelante?
«
Claro, yo sigo igual que siempre, la misma ilusión por las cosas, por un grupo nuevo, una canción, hacer algo diferente… Creo que esto no tiene que ver con la edad. Lo que sí noto con la edad es que no tengo tanta fuerza física o resistencia como antes. A mitad de los 90, cuando estaba con todo a la vez, era como una bomba humana: Elefant, Acuarela, pinchaba en el Maravillas y organizaba los conciertos, que eran una locura. De jueves a sábado pinchaba de 8 de la tarde a seis de la mañana sin parar, cenaba un bocadillo en la cabina y luego encima dormíamos muchas noches en casa de un amigo al lado del Maravillas en un colchón cutre en el suelo, ya que no teníamos coche y vivíamos en Las Rozas. Luego la radio, Spiral (que cuando teníamos que terminar el número Joako y yo podíamos estar dos días seguidos sin dormir y sin parar maquetando todo y dando los últimos toques), el festival de Benicàssim… Este ritmo tan loco ahora mismo para mí creo que sería imposible. No aguantaría, ¡pero quitando eso, todo lo demás sigue igual!».
¿Cuáles eran tus fanzines favoritos de aquellos años?
»Puff, Tengo miles de fanzines guardados, pero la verdad es que la mayoría de ellos no sacaban más de 2 o 3 números. Seguro que alguno me gustaba más que otro, pero la verdad es que no lo recuerdo ahora mismo».
Imagino que dados los resultados, la experiencia de la revista Spiral fue bastante frustrante, ¿te arrepientes de algo relacionado con ella ahora con la distancia?
»No fue frustrante y no me arrepiento de nada, creo que hicimos un buen trabajo y lo pasábamos muy bien haciendo la revista. Aprendí muchas cosas y fue una época muy chula, pero cuando nos propusieron en Los 40 Principales hacer el programa allí y hacerlo a diario, estaba muy claro que el objetivo que quería cumplir Spiral se podía hacer mucho mejor y con mejores resultados desde la radio con un programa diario en una emisora tan grande. Antes en Cadena 100 solo estábamos dos horas los sábados por la tarde y lo que nos proponían en Los 40 era estar a diario por la noche, así que Spiral se transformó en ‘Viaje a los Sueños Polares’. Todas las secciones de la revista y todo de lo que hablábamos y lo que hacíamos se traspasó a la radio y dio forma al programa y a sus diferentes secciones».
El apoyo casi incondicional a la escena naciente es algo que se ha criticado mucho de la revista, ¿era algo necesario en un momento crucial tratar de consolidar los esfuerzos de los años anteriores?
«
Es que nació para eso, para ayudar a la escena, no entiendo que a la gente no le guste eso o lo critique. Nació para hablar de los grupos que estaban saliendo en nuestro país y de los que las otras revistas no hablaban. ¿Qué sentido tenía hacer una copia de las otras revistas? Spiral nació con los objetivos muy claros».
¿De dónde reclutabais a los redactores?
«
Yo reuní a los amigos que tenía por toda España que estaban haciendo fanzines como yo y entre todos ellos monté el equipo de Spiral, una especie de gran fanzine con una tirada importante pero con el mismo espíritu que un fanzine. Muchos de los que empezaron escribiendo en Spiral, hoy en día están escribiendo en las revistas y periódicos musicales más importantes del país y eso para mí ya es motivo suficiente de satisfacción».
Imagino que recordarás el editorial de Rockdelux de octubre de 1994 sobre la necesidad de una criba de la escena y el palo sin piedad a una cierta forma de hacer música en el mundo independiente. ¿Qué pensaste de todo aquello? ¿Era necesario ese nivel de crudeza desde un medio del que se consideraba su palabra como ley? ¿Os afectó de alguna manera en Elefant?
»Pues no lo recuerdo, supongo que en su momento lo leería. A mí estas actitudes me dan la risa, pero tampoco puedo contestarte mejor ya que no sé muy bien de qué iba ese artículo».
«
Sí, yo me digo muchas veces a mí mismo que Elefant es como un pozo sin fondo. No salía dinero del sello y con muchos discos sabíamos además, antes de sacarlos, que íbamos a perder dinero, pero tenía dinero de la radio (cuando nos fuimos a Los 40 empezamos a cobrar por ello por fin, en Cadena 100 lo hacíamos gratis), también pinchaba y tenía otros trabajos que me daban dinero para mantener el sello y poder grabar más discos».
Para muchas personas el programa significó un hito por dar una ventana abierta a músicas insospechadas, ¿cómo ves su legado a día de hoy?
«
Joako y yo seguimos encontrándonos con gente que nos habla del programa como algo muy importante en su vida y eso es muy, muy emocionante. Cada poco te encuentras con alguien que te habla del programa y de lo que sentía al escucharlo, y de verdad que te hacen sentirte muy bien. Supongo que es la misma sensación que tenía yo cuando con 14 años escuchaba todas las noches en mi cama el ‘Diario Pop’ en Radio 3.
Es difícil hablar de algo que has hecho tú, pero creo que conseguimos hacer algo muy importante por la música independiente y también por los grupos de nuestro país. Conseguimos muchas cosas durante los diez años que duró el programa, pero lo más importante fue descubrirle a mucha gente que existía otro tipo de música y hacerla mucho más masiva. El llegar a tener a esa hora una audiencia tan importante y conseguir doblar la audiencia que Los 40 principales habían tenido a esa hora, y muchas veces incluso triplicarla, fue todo un hito. Aparte de lo que era el programa de radio hubo muchas otras cosas: la versión de la tele, el canal indie de Audiomania en TV, conseguimos que muchos grupos independientes sonasen en la lista de 40 (grupos nacionales e internacionales), acercamos los festivales a Los 40 Principales y usamos su poderosa infraestructura para ayudar a estos festivales, retransmitíamos conciertos y festivales por las noches en directo a través de la emisora y luego las fiestas de Viaje a los Sueños Polares, fiestas gratuitas para los oyentes del programa en las que podían ver en directo a nuestros grupos favoritos, Saint Etienne, La Casa Azul, Teenage Fanclub, Bis, Los Fresones Rebeldes, Los Planetas, Parade, The High Llamas, La Buena Vida, Birdie, Ash, Phoenix, Alpha, Ocean Colour Scene… Y también aquellas sesiones polares tan especiales que grabaron infinidad de grupos…
»
Una duda que tiene mucha gente… ¿qué es de Joako Ezpeleta?
«Ha trabajado en muchas cosas diferentes estos últimos años, trabajos relacionados con la música y el cine. Ha desarrollado proyectos muy interesantes y no ha parado de hacer cosas, seguimos en contacto y es uno de nuestros mejores amigos».
Imagino que el trabajo promocional a día de hoy es mucho más complejo que hace años porque hay muchos más medios de diferentes tamaños y además hay muchos más grupos que compiten por el espacio en ellos. ¿Crees que esta diversificación mediática ha empobrecido la calidad general del tratamiento de lo musical en los medios como sostienen algunos o, al contrario, ha dado posibilidad de descubrir a otras voces interesantes? ¿Algún medio te gusta en especial?
«Por un lado creo que la promoción para un sello como Elefant ahora mismo es más fácil que nunca. No necesitas que los medios pongan tus discos para que la gente pueda escucharlos, tenemos un contacto más directo con la gran mayoría de nuestros fans para informarles de lo que queramos y no necesitamos una revista o un programa de radio para llegar a ellos. Supongo que para la mayoría de los sellos el punto de vista es diferente y lo ven más como tú lo enfocas: muchos discos, mucha competencia, muchos medios, demasiado contenido y poco espacio para ello. Nosotros vendemos discos, no vendemos modas, ni vendemos humo que hoy está aquí y mañana se ha ido. Somos menos ambiciosos en ese sentido, pero lo poco que tenemos, lo tenemos de verdad. Un fan de Elefant es casi seguro que lo será durante muchos años y lo será de casi todo nuestro catálogo. Son muchos menos pero son mucho más fieles, ya que tienen nuestros mismos gustos y se sienten muy identificados con nosotros y con nuestro trabajo. Y además para nosotros todos ellos son parte del sello y ellos lo saben, sin ellos no existiríamos.
Quiero decir que la gente solo necesita saber que algo existe y si le gusta lo comprará o lo escuchará, pero no por hacer más promoción o machacar con una cosa vas a conseguir más fans verdaderos, sólo conseguirás crear algo irreal, que no es verdadero, y que en el siguiente disco puede que se desmorone y parezca que es un fracaso o un paso atrás para el grupo. Es difícil de explicar, pero hay muchas maneras de vender un disco y de hacer las cosas y en general somos un poco anti-industria, en el sentido de que hacemos las cosas de una manera diferente. Es mejor ser algo minoritario con una filosofía clara que ser algo masivo e impuesto, falto de personalidad aunque te dé mucho dinero.
Hay pocas cosas o programas que me gusten de verdad, soy un poco raro en este sentido, lo reconozco. Creo que cuando era pequeño recibí una buena educación musical de Radio 3 y de las revistas y fanzines que leía, pero muy rápido empecé a buscar mis propios caminos. Pero me encanta Juan de Pablos, para mí es el mejor en muchos sentidos y hay muchos locutores a los que respeto mucho».
¿Cuál es la importancia que das a Radio 3 en todo lo que ha pasado en estos 20 años?
Mucha, casi toda… Flor de Pasión, Discogrande, Siglo 21, Diario Pop… Son muchos programas y muchas cosas las que se han hecho desde Radio 3 durante todos estos años, la música de este país le debe mucho a Radio 3.
¿Qué modelo de festival tenías en mente cuando decidiste meterte en una aventura como organizar el primer FIB?
«
No había estado en ninguno, así que la idea supongo que era un festival al que me gustaría ir. Me refiero a los grupos, los grupos que me gustaría ver en un festival. El tema de infraestructuras y todo lo que hay alrededor del festival vino después. Mi idea era un festival indie con muchos grupos españoles y con muchos grupos de fuera».
¿Con qué apoyos públicos, de marcas… se contó? ¿Fue deficitaria esta primera edición? ¿Hubo algún grupo al que intentasteis traer y que fuera inalcanzable?
«
Puff, podría escribir un libro si te contase todas las cosas que pasaron, lo difícil que fue todo, lo mal que se portaron algunos promotores de España, la de puertas que nos cerraron y la de problemas que tuvimos. Éramos cuatro chavales que queríamos hacer un concierto con nuestros grupos favoritos y se nos vio como una amenaza, como la competencia. Nos engañaron, nos pusieron mil zancadillas, nos cortaron el acceso a un montón de grupos. Fue deprimente cómo se portó mucha gente, pero lo hicimos y fue increíble.
No teníamos ninguna ayuda de marcas, el ayuntamiento nos dejó el recinto y algunas cosas más de infraestructuras, pero todo lo tuvimos que hacer nosotros. El primer año fue deficitario y se perdió dinero, pero el segundo año el festival dio saldo positivo, no el suficiente para cubrir lo perdido el primer año, pero las cuentas salieron positivas y estaba claro que las cosas irían bien».
¿Por qué decidiste dejar de estar en la organización del festival?
»Nunca he hablado de esto y no quiero hacerlo».
¿Piensas que el nivel medio de los grupos indies en España es óptimo o queda un camino aún por recorrer?
«
Hay muchos grupos en España que son muy buenos y se han hecho discos increíbles aquí. Tenemos una escena muy potente y hay muchos grupos y sellos. Queda camino por recorrer en el tema de saber exportar a nuestros grupos y hacer más cosas a nivel internacional, pero tenemos un buen nivel y estoy seguro de que estamos en la lista de los 10 países mas importantes en cuanto a música independiente se refiere». Nuclear Sí, Estanis Solsona.