Además, iniciativas como el estudio del consumo de CO2 generado por los asistentes con intención de compensar al Ayuntamiento de Benidorm y medidas para la gestión de los residuos son siempre bienvenidas, aunque casi podría decirse que deberían ser obligatorias para cualquier evento de este tipo. Otras propuestas más mundanas como la de las “pulseras verdes” para unir a los solteros del festival dan también mucho juego en las redes sociales y parecen divertir tanto a público como a artistas.
Los madrileños The Right Ons fueron de los primeros en estrenar el escenario Lower, según se acercaba la noche del viernes. Con buenas dosis de rock y aires funk, congregaron a parte de un público al que claramente se le veía con ganas de fiesta desde las primeras actuaciones. Repasaron sus tres álbumes con una maestría a los instrumentos y una actitud sobre el escenario propias de una banda más veterana, pero es evidente que durante sus seis años de existencia se han curtido a fondo gira tras gira. De entre los temas que interpretaron destaca, entre otros, el festivo ‘There She Goes’, que forma parte de ‘Get Out’ (2011), su último álbum hasta la fecha. Por sus silbiditos lo conoceréis.
El escenario Budweiser, principal de los dispuestos en el recinto y rodeado de gradas, gozó de uno de los primeros llenazos de la noche con la actuación del ex Piratas Iván Ferreiro. Con una banda muy competente en la que no podía faltar su hermano Amaro, ofreció un set protagonizado por canciones de su carrera en solitario, como ‘El viaje de Chihiro’ o ‘Fahrenheit 451’, pero en el que también sonaron algunas de su anterior formación, como ‘Años 80’, ‘Promesas que no valen nada’ o ‘El equilibrio es imposible’. Como curiosidad, el momento en el que llenaron el escenario de velas para interpretar una canción sin la iluminación de rigor. Es buena señal que tanto unas como otras tuvieran buena recepción, pero las pistas de Los Piratas ganaron en el cara a cara, siendo aún más cantadas y coreadas si cabe. En esta época de reuniones más o menos esperadas que vivimos, no sería de extrañar ver a Ferreiro volver con sus otrora compañeros en una gira triunfal.
Is Tropical empezaron con un show bastante por debajo de las expectativas con una puesta en escena algo anodina y sin acabar de llegar al público. Al tocar el esperado ‘The Greeks’ hubo un simulacro de salvación pero que duró apenas lo que tardó en acabar la canción. Aun así, canciones como ‘What???‘, ‘Lies’ o ‘Clouds’ sonaban bien e hicieron bailar a los asistentes. Por suerte, el trío fue capaz de remontar en la segunda mitad y, a pesar de lo hortera que puede llegar a ser ver de pronto medio escenario decorado con velas, sí que nos fuimos con mucho mejor sabor de boca del que se auguraba al principio.
Puede que la reunión de Suede no haya sido tan cacareada como la de Pulp, pero sería de locos menospreciar el legado de uno de los mejores exponentes de aquello que se llamó brit pop en los años noventa. Mientras preparan su nuevo disco, dejaron novedades aparte y en su concierto como cabeza de cartel de la primera jornada se centraron en sus éxitos, que los hay y muchos. Recordamos el impacto que causó haberlos visto en el FIB 2002, por el torrente de energía sobre las tablas no solo de Brett Anderson, sino también de Richard Oakes y otros miembros. Pues bien, diez años después parece que no pasa el tiempo para ellos y testigo de ello fue la multitud que había frente al Budweiser. Desde el minuto uno la banda se mostró en total estado de gracia y con unas ganas de darlo todo envidiables. Anderson, con sus cualidades vocales intactas, estuvo imparable, bailándolo todo y animando constantemente al público a participar en cada tema. La reacción del respetable no pudo ser mejor, entregándose ante cada estímulo. Y… ¿qué decir del repertorio? Cuando comenzaron con ‘Introducing The Band’ y ‘We Are The Pigs’, de ‘Dog Man Star’ (1994), estaba claro que iba a ser una noche especial. Con otras como ‘She’, ‘Animal Nitrate’, ‘Beautiful Ones’, ‘New Generation’, ‘Can’t Get Enough’ o ‘So Young’ acabaron por rematar el mejor concierto del viernes. Sobresalientes.
Como el perejil de todas las salsas, un festival no estaría completo sin las pertinentes bandas que tienen a la música de baile como epicentro creativo. Es curioso, pues muchas de ellas provienen del País Vasco y cuando no son Delorean o Grises los que están en el cartel, serán We Are Standard los que animen la fiesta. Pese a solaparse su actuación con la de Suede, los de Getxo consiguieron llamar la atención de muchos y no solo eso, sino también llevar a cabo su propósito de hacer menear el trasero al personal. Su punk-funk, plasmado en cortes como ‘On The Floor’, ‘Love Me’ o ‘The Last Time’, hizo las delicias de los que rodeaban el Lower.
Lo mejor de Supersubmarina suele ser su líder y vocalista, que se mostró, como siempre, encantador y agradecido no sólo con el público, que no paró de corear casi todo el repertorio, sino también con todo el personal de sonido, luces y backstage. Temas como ‘Canción de Guerra’, ‘Ola de calor’, ‘Supersubmarina’ o la enérgica ‘Ana’ siempre son efectivas en sus directos y ayer se demostró una vez más la fidelidad que generan entre su público. Aunque pueden pecar de cierta monotonía en cuanto a estilo, en su concierto acústico del escenario Sol Música unas horas antes demostraron que sus canciones también se sostienen en un directo al desnudo.
The Sounds ofrecieron un concierto completo y enérgico perfecto para cerrar los conciertos del escenario principal del festival. Maja Ivarsson parece que mejorará con los años. Radiante y simpatiquísima, consiguió una gran conexión con el público que hizo que temas como ‘Tony The Beat’, ‘No One Sleeps When I’m Awake’ o Dance With the Devil’ se presentaran como éxitos atemporales e imprescindibles dando una lección de new wave y punk-pop a los presentes. Tampoco faltaron cortes más pausados como ‘Night After Night’, que sirvieron para dar un respiro a la incombustible Maja.
Con la baja de uno de los componentes de 2manyDJs, según parece por enfermedad, el show siguió la línea de otros anteriores con una elegante sesión de baile, quizá algo monótona para los no aficionados a la electrónica, pero ideal para terminar el primer día del festival. Angèle Leciel y quietmansmiling