Asegura que hicieron un comentario sobre el dinero que cobraban los participantes, tras lo que tres de las chicas elegidas para el reality se aproximaron al grupo, acusándolas de haberlas llamado «putas» (sin ser ellas nada de eso). La joven agredida, tras pedir infructuosamente al equipo del programa que detuviera la grabación, recibió un puñetazo en la mandíbula para, acto seguido, encontrarse con otra chica que intentaba clavarle el tacón de su zapato en la garganta. Tal cual. Después, los responsables de la productora detuvieron la refriega llevándose de allí a las protagonistas del reality. La chica ha decidido poner una denuncia a la productora, y asegura que ha sido presionada para que no lo hiciera porque «dejaría sin trabajo a unas 70 familias».