Laetitia Sadier / Silencio

La cantante francesa Laetitia Sadier parece, a tenor de lo escuchado en este segundo álbum en solitario, lejos de necesitar un regreso de Stereolab para demostrar su valía. Tras un agridulce ‘The Trip‘, dedicado al suicidio de su hermana pequeña, este ‘Silencio’ es una obra terriblemente sólida y centrada, logrando que su encanto vocal y ese espíritu retro que le resulta inherente suenen frescos como nunca. Y si además lo hace contando con las colaboraciones de su ex marido y ex compañero de banda, Tim Gane, y viejos conocidos como Sam Prekop (The Sea And Cake) y John McEntire (Tortoise), la necesidad de un comeback se evapora rápidamente.

Cuenta Sadier que el título del álbum lo tuvo mucho antes que la mayor parte de sus canciones: durante una visita a una antigua iglesia en Zamora (leéis bien), quedó impactada por sentir durante algunos instantes la sensación de silencio absoluto. A narrar esa experiencia dedica el último corte del álbum, ‘Invitation Au Silence’, que culmina proponiendo experimentar ese mismo episodio durante dos minutos. Aunque parezca tonto, ese tiempo resulta verdaderamente incómodo. La francesa dedica este álbum a poner el acento en esa belleza y esas sensaciones físicas que hemos renunciado a percibir o, según ella, hemos dejado que el capitalismo pervirtiera para crear unos ideales y estándares erróneos. Y es que ‘Silencio’ cuenta también cierto contenido político.

Con la candidez de los ideales puros (el punto marxista es innegable), Sadier se suma a la corriente de indignados artísticos apuntando directamente al capitalismo y a los políticos como las causas primeras del empobrecimiento mundial. Pero, además del empobrecimiento monetario, Laetitia muestra su preocupación por el empobrecimiento espiritual generalizado, proponiendo la insumisión a las «autoproclamadas autoridades» y «la tiranía del dinero», clamando por una «democracia real» (‘Auscultation To The Nation’). De forma similar, apunta al miedo como una de las principales armas empleadas por esos poderes fácticos para los que las personas están en el último escalafón de prioridades (‘There Is A Price To Pay For Freedom (And It Isn’t Security))’.

Esa idea de rebelión contra un sistema que pretende reconfigurar en su propio provecho los ideales de belleza sustenta gran parte de un álbum que, además, muestra a una autora e intérprete en plena forma. Desde el principio, con ese engañoso cambio de ritmo de ‘The Rule Of The Game‘, Sadier logra que su reconocible (desde los tiempos de Stereolab) forma de interpretar el pop como un viaje por el jazz, la lounge music, el tropicalismo y la psicodelia, entre otras muchas influencias, resulte totalmente vigente y fresca, merced a un gran grupo de canciones, entre las que apenas destacan por encima del resto la exquisita y sencilla ‘Next Time You See Me’ (el tema compuesto e interpretado junto a Tim Gane), la escapista ‘Find Me The Pulse Of The Universe‘, el funk de ‘Fragment Pour Le Future De L’Homme’, la preciosísima ‘Silent Spot’ o la mencionada ‘Auscultation To The Nation’. Pero, como decíamos, son solo destellos de una sólida gema que hacen que la ¿pausa? en la carrera de Stereolab resulte menos dolorosa de lo que esperábamos.

Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Find Me The Pulse Of The Universe’, ‘Auscultation To The Nation’, ‘Next Time You See Me’, ‘Silent Spot’
Te gustará si te gustan: Stereolab, Broadcast, The High Llamas
Escúchalo: NPR

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Publicado por
Raúl Guillén