El grupo ha querido dejar claros los siguientes puntos:
«1. Las licencias Creative Commons no significan todo gratis. Nos ofrecen la libertad de autogestionar nuestros derechos, y por tanto, decidimos si cobramos, no cobramos, cuánto cobramos, y a quién, en función de las distintas propuestas que nos van llegando. Hasta el momento se ha incluido música de Pony Bravo en distintos cortometrajes y películas. Al mismo tiempo, es posible descargar todas nuestras creaciones a través de la web de forma gratuita y ninguna de estas actividades es incompatible o está fuera de la legalidad. (Podéis consultar más información sobre las licencias aquí
)2. Nuestra licencia no permite el enriquecimiento de un tercero por el uso de la música, a no ser que exista un permiso explícito. Es decir, un producto comercial que vaya a generar dinero no puede incluir un tema de Pony Bravo sin nuestro permiso, que es lo mismo que ocurre con el copyright.
3. No somos socios de la SGAE porque nuestra intención es la de darnos a conocer a través de Internet con la descarga directa, algo, que los mecanismos de la entidad no permiten. Además, nos dimos cuenta de que el sistema interno no cuadraba con nuestra filosofía. No teníamos derecho a voto, ni entraríamos jamás en el cupo de ventas que se marca como mínimo para el reparto de los derechos. Tampoco estamos a favor de cobrar por todo.
4. Creemos que las licencias Creative Commons ayudan a la difusión de la cultura y suponen un modelo de negocio diferente que todavía tiene un largo camino por recorrer, pero, desde nuestro punto de vista, es más amable y coherente que el sistema tradicional.
5. Reclamamos a la SGAE los importes que ha cobrado en nuestro nombre sin ser socios de la entidad, ya que nos parece que debe abrirse un camino a otras formas de gestión y que los creadores deben ser los propietarios de sus creaciones siempre, así como del beneficio económico que estas puedan generar».
Por todo ello, el grupo pide reunirse con Reixa y anima a otras bandas a escribir cartas similares a la del abogado David Bravo.