‘Knock Knock‘ se antojaba como un jugoso anticipo para este álbum, un single poderoso en el que su sonido es, efectivamente, más fresco que antaño. Pero, a medida que avanza el álbum, el efecto de esa frescura se diluye entre clichés de género y ortodoxia country, sonando mucho (muchísimo) a Ryan Adams y sus Whiskeytown (‘How To Live’), Creedence Clearwater Revival (‘Everything´s Gonna Be Undone’, ‘Long Vows’), Big Star (‘A Little Biblical’) o Uncle Tupelo (‘Electric Music’), en números muy correctos y hasta bonitos, pero que suenan totalmente ajenos, despojados de la personalidad que, tras tres discos, habían logrado moldear. Incluso cuesta a veces distinguir la personal voz de Bridwell, ahora mucho más educada y clásica. ‘Heartbreak On The 101’, el desgarrado corte acústico final, nos hace dudar si el reproductor se ha vuelto loco y ha saltado a un tema de Richmond Fontaine, directamente.
Entre todos los cortes, despuntan ‘Dumpster World‘, por su giro rabioso tras el arranque a lo C.S.N.Y., la poderosa ‘Feud’, que sí recuerda a los viejos Band Of Horses, y la exquisita ‘Slow Hands Of Time’ (pese a una letra demasiado blanda, casi sonrojante), pero se hace un escaso bagaje para una banda como esta. Cuando parecía que, tras sus giras abriendo para Kings Of Leon, podría llegar su explosión comercial, ‘Mirage Rock’ es un disco poco consistente y que rebaja el nivel de su discografía. Un disco agradable y hasta cierto punto aprovechable, pero que supone un paso atrás artístico.
Calificación: 6,3/10
Te gustará si te gustan: Ryan Adams, Creedence Clearwater Revival
Lo mejor: ‘Knock Knock’, ‘Feud’, ‘Dumpster World’, ‘Slow Hands Of Time’.
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