‘Magic Mike’: boys, boys, boys

Alcanzar el sueño americano meneando el culo. Channing Tatum es un ejemplo de ello. Inspirada en sus inicios en el mundo del espectáculo (el actor trabajó de joven como stripper), ‘Magic Mike’ cuenta la eterna historia de ascenso y caída en un contexto novedoso: los espectáculos de “boys”, el negocio del striptease masculino.

Tres generaciones de hombres de clase obrera que consiguen muy pronto y con su cuerpo lo que todo adolescente anhela: sexo, admiración y dinero. Cada uno representa las tres etapas de un modo de vida tan divertido como tóxico, tan atractivo como peligroso: el aprendiz deslumbrado por el brillo de los billetes que las mujeres colocan en su tanga (Alex Pettyfer), la estrella que busca una alternativa profesional más acorde con sus intereses y edad (Channing Tatum), y el stripper maduro que ha asumido su situación e intenta prosperar en el negocio con prácticas explotadoras (un espléndido Matthew McConaughey).

Steven Soderbergh depila el cuerpo de la película –una mezcla estilizada de comedia dramática con musical hortera- y le añade aceite –ese tono anaranjado que domina toda la fotografía. A pesar de que le importa más lo que ocurre en el backstage que lo que aparece en el escenario, el discurso político que la trama romántica, no le hace ascos a la representación de los números de striptease (para lucimiento de Tatum) ni a la historia de amor con carga moralizante (lo peor de la película).

‘Magic Mike’ es un ejemplo más de cómo la actual coyuntura económica impregna al último cine de Hollywood. Los protagonistas han pasado de ser hijos de una clase media acomodada a obreros de la construcción a tiempo parcial. Se emborrachan, tienen sexo y se enamoran, pero también se levantan por la mañana a trabajar, les deniegan préstamos y hacen cuentas para llegar a fin de mes. ¿‘Magic Mike’ como resonancia del eco producido por la precursora ‘Full Monty’ (1997)…? 7.

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Publicado por
Joric