Duffy, que está preparando su tercer disco tras el enorme flop del segundo (que no estaba nada mal), ha sido noticia en las últimas horas después de incendiarse su casa en la novena planta de un edificio en Kensington (Londres). Los medios están destacando que la cantante rescató a sus mascotas, un perro y un gato, pero no su Grammy, como si eso fuera un WTF. Algunos tabloides afirman que Duffy estaba «conmocionada» y otros que se portó «como un ángel» con los vecinos. The Sun
ha tardado cero coma en enviar unos fotógrafos para allá.