The Cult: «Este accidente ha estado a punto de destruirlo todo»

Ya os contamos en la crónica del concierto de The Cult en Madrid que a principios del mes de julio tuvieron un accidente con su autobús que por poco no acabó en desgracia. Por ello, en las horas previas a dicha actuación, que fue cuando nos entrevistamos con Ian Astbury, su frontman, el ambiente en el backstage era bastante tenso. Durante los veinte minutos largos que nos concedieron, el británico llevó el ritmo de la charla a su antojo, extendiéndose con las preguntas que quería y negándose a responder a otras, con todo ese aura de estrella del rock que ha conocido mejores tiempos, pero que resiste ante todo envite. Conversamos sobre el citado accidente, sobre ‘Choice Of Weapon’, el disco que venían a presentar… y sobre Metallica.

¿Qué tal va la gira? ¿Estáis todos recuperados del susto tras el accidente con el autobús en Croacia?
“Estuvimos a punto de morir. Si hubiese habido un poco más de peso en la parte delantera del autobús, no lo llegamos a contar. El conductor se quedó dormido y el autobús chocó. Fuimos muy afortunados, pero esto nos ha cambiado a todos, ha sido algo muy profundo, una experiencia cercana a la muerte. A cada uno le ha afectado de distinto modo y ha sido duro psicológicamente hablando, porque seguimos viajando en autobús y de cuando en cuando nos acordamos de aquello. Es difícil de explicar lo que significa girar con un grupo. Me da la impresión de que, especialmente para la gente joven, girar es guay, porque tienes la oportunidad de viajar alrededor del mundo, bebes mucho, conoces a muchas chicas y tocas la música que amas en ciudades impresionantes, pero la realidad es muy diferente. Te acabas dando cuenta de que, aunque durante un tiempo puede estar bien, al final te acabas hartando y encima no puedes dejarlo, así que intentas escapar de algún modo. Hemos girado durante muchos años y hemos tenido varios incidentes, y estar bastante tiempo rodeado de la misma gente puede generar conflictos, pero esto último que nos ha pasado ha sido especialmente difícil, porque hemos trabajado mucho con este disco y nos ha costado siete años reconstruir y retomar el grupo cuando no quedaba nada en pie. Olvídate de ‘Sonic Temple’, es irrelevante, es como Nick Cave hablando de The Birthday Party. Es algo abstracto. Habíamos vuelto a formar el grupo y llegamos a conectar unos con otros y de repente este accidente ha estado a punto de destruirlo todo. Es como si los dioses del éxito nos hubieran dicho ‘os vais a enterar de lo que es este mundillo’. Ha sido duro porque nos lo estamos tomando muy en serio y hubiese sido muy fácil dejarlo e irse a vivir a una granja o a una cueva.”

¿Cómo fue la experiencia de volver a trabajar con Bob Rock? ¿Y qué tal con Chris Goss? ¿Funcionó bien el tándem Rock/Goss?
“Olvídate de Bob Rock, hablemos de Chris Goss (nde: co-productor del disco y colaborador de Queens Of The Stone Age, entre otros). Bob Rock es obvio, mucha gente pregunta primero por él y apenas piensa en Chris Goss. Chris ha sido amigo mío durante muchos años y cuando empezamos a trabajar en el nuevo disco nos dijo: «tenéis malos hábitos como grupo, olvidaos de los arreglos y empezad a pensar en lo que sentís, en las emociones que surgen cuando tocáis». Así que intentamos seguir su consejo e intentar centrarnos en el aspecto emocional y fue ahí cuando todo comenzó a surgir. Él reconstruyó el sonido de la banda y luego llegó Bob Rock y lo pulió. Eso es lo que se le da mejor a Bob, pulir y refinar las asperezas. Se le da bien encontrar melodías y trabajar con el tono, trabaja muy bien con las guitarras también, así que se llevó muy bien con Billy (nde: Duffy, guitarrista). Igual que hacen U2 con Brian Eno o Flood, pero detrás de todo está Steve Lillywhite y no se habla tanto de él como de los otros, pero hace muchas cosas.”

Confieso que al saber que estaba Bob Rock en el equipo de producción de ‘Choice Of Weapon’, no esperaba el mejor de los resultados, al pensar en lo que hizo con Metallica durante años…
“Si no fuera por Bob Rock, Metallica no estarían aquí hoy, o estarían tocando en sitios como este (nde: La Riviera). Ellos querían trabajar con Bob, fueron con él al estudio a pies juntillas. Fue una transición para ellos, es la elección más sabia que jamás han hecho, ahora son multimillonarios y tocan en estadios alrededor del mundo y todo por un disco. Igual que con Guns ‘n’ Roses, todo por un disco, es increíble.”

¿Cómo compararías el trabajo de Rock/Goss con el de Youth en vuestro anterior álbum?
“Youth estuvo quince días en el estudio. Solo teníamos doce canciones, casi una canción por día. Llegué un día tarde al estudio y ya estaba grabando pistas para tres canciones con un batería amigo suyo. Nos quedamos alucinados porque se suponía que él iba simplemente a limar asperezas y de hecho nosotros ya traíamos casi todo grabado, pero él se puso a grabar cosas nuevas y claro, oírle tocar el bajo es algo impresionante. Apenas tuvimos tiempo para desarrollar las canciones, porque él se empeño en grabarlo todo y en cinco o seis días ya tenía listas todas las bases de cada tema. Con Goss estuvimos trabajando tres meses, así que ha sido todo muy distinto. Lo que ocurre con ‘Born Into This’ es que tiene muy buenas canciones, pero no están desarrolladas del todo, a veces alguna canción parece una maqueta. En ese disco nos quedamos con la sensación de que podíamos haber hecho mucho más».

Entonces entiendo que con el nuevo disco os sentís mucho más satisfechos…
“Sí, estamos más satisfechos. Tampoco satisfechos del todo, porque de hecho no sé si se puede llegar a estar así alguna vez en la vida, no sé… Hay pocos momentos perfectos en la vida, aunque uno puede considerar que cada momento es perfecto… otra consideración existencial… (risas). Me gusta hablar de este tipo de cosas.”

Además, en ‘Choice Of Weapon’ vuelven a estar presentes Chris Wyse y John Tempesta al bajo y batería tras tocar con ellos en ‘Born Into This’. ¿Crees que esta formación va a durar más tiempo?
“Es la primera vez que hacemos dos discos con los mismos músicos. Estamos luchando por mantenernos unidos, ser una familia. Intentamos olvidar aquello que nos separa y olvidar cualquier resentimiento, porque somos personas muy distintas. Si hicieses esta misma entrevista a cualquiera de los demás miembros, sería completamente distinta. Todos tenemos ideas distintas, pero cuando nos juntamos en una habitación y seguimos los parámetros de Goss, llegamos a entendernos.”

En cuanto al sonido de la banda, habéis visto unos cuantos cambios a lo largo de su historia: primero fue el post-punk de los dos primeros álbumes, para volveros más rockeros en ‘Electric’ y ‘Sonic Temple’. ¿Cómo recuerdas esta evolución?
“En el fondo lo que hacemos es música con guitarras, aunque los dos primeros discos están más dominados por la sección rítmica. Se escribieron muchas canciones con el bajo. Piensa en ‘She Sells Sanctuary’ y su ritmo… el bajo lleva todo el peso en esa canción. En la época de ‘Electric’ escuchábamos a Led Zeppelin y a AC/DC, mientras todo el mundo estaba haciendo discos vanguardistas y nosotros pensábamos: “¿por qué? ¡es muy aburrido!” (se pone a cantar ‘Orange Crush’ de R.E.M.). Nosotros en su vez estábamos pensando en las tías buenas que venían a nuestros conciertos, en pasarlo bien. En mi fuero interno tenía mi propia visión de las cosas, pero habíamos estado tan serios con los dos primeros discos que en ‘Electric’ simplemente queríamos pasarlo bien, hacer un disco divertido. Entendemos la ironía, el pastiche, pero es distinto cuando eres joven, tienes otra actitud. ‘Sonic Temple’ era más teatral, más dramático, más pop. Fue todo un éxito, y empezamos de la nada, viviendo en squats, robando pan. Yo solía mendigar en la estación de Covent Garden, no tenía nada. Cumplimos un ciclo y luego quise destruirlo todo, hacer algo nuevo. ‘Ceremony’ tuvo que ser un disco difícil, porque estábamos pasándolo mal, yo acababa de enterrar a mi padre y estábamos atados a un contrato discográfico. Para cuando salió ‘The Cult’ en 1994 las cosas estaban tomando su cauce de nuevo, pero para aquel entonces estábamos exhaustos de tanto disco y tanta gira.”

En los dos últimos discos, especialmente en el último, habéis vuelto al rock and roll de ‘Electric’ y ‘Sonic Temple’, tras aquellos discos de los noventa y de principios de los 00s, en los que experimentasteis más. No obstante, en temas como ‘Elemental Light’ se pueden escuchar guitarras muy de la época de ‘Love’, así que al fin y al cabo recuperáis un poco de vuestras épocas más exitosas, ¿estás de acuerdo?
“Claro, esa canción tiene una esencia rockera, pero a lo largo del tiempo nos han podido influenciar distintos artistas. En los primeros años del grupo sonaban guitarristas como Will Sergeant o The Edge, músicos que usaban muchos efectos, distintas texturas. Eso lo puedes encontrar también en este disco, hay distintas texturas sonoras y puedes encontrar atmósferas similares en ‘Life > Death’ y en otras como ‘Embers’. Todas esas las estamos tocando en directo también. Hay que aportar un poco de contraste en los conciertos. ‘She Sells Sanctuary’ tiene elementos así también, no es solo rock duro. Tenemos elementos callejeros, del tipo Stooges, como en ‘Honey From A Knife’, que lo que cuenta ocurrió realmente. Es algo generalizado en el disco, todo es real, todo lo que contamos en las letras de las canciones nos ha sucedido en la realidad. Son experiencias en primera persona, al grano, frescas. Aunque estén escritas por tipos de casi cincuenta años, siguen teniendo frescura además de beber de la experiencia. También se ve en la portada. Es mi portada favorita, me encanta.”

Con el tema de la portada, a todo esto, vuelves a tu fijación por los nativos americanos, ¿no?
“No, no necesariamente. Si te fijas bien, hay varias cosas, hay un homenaje a la cultura rockera y post-punk, con esa cazadora de cuero, hay elementos tibetanos, hay una camiseta de ‘Gangs Of New York’, la cara tiene un velo, representando la primavera árabe… tiene muchos elementos, los cuernos pueden parecer de nativo americano, pero poco más.”

Hay muchos grupos que cuando tienen una trayectoria dilatada como la vuestra se dedican a tocar sus grandes éxitos, dejando las novedades en un segundo plano. ¿Sois de esos? ¿Qué tipo de sets ofrecéis?
“Hay como unas cinco canciones nuevas, y luego otras que estén relacionadas con estas de algún modo. Hay canciones de ‘Death Cult’ (nde: antes de llamarse The Cult se llamaban Southern Death Cult), de ‘Electric’… es un set balanceado. Si tocamos canciones antiguas es porque tienen que ver con las nuevas, las nuevas dictan el camino a seguir.”

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Publicado por
Miguel Sánchez