El encargado de dirigir la adaptación (de otra de esas novelas inadaptables) es Paul Schrader, el legendario guionista de ‘Taxi Driver’ (1976) o ‘Toro salvaje’ (1980), y director de películas como ‘American Gigolo’ (1980), ‘Mishima’ (1985), ‘Aflicción’ (1997) y la fantástica aunque poco conocida ‘El placer de los extraños’ (1990).
‘Adam resucitado’ es algo así como una revisión tosca y alucinada de ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’ (1975). Una película sobre la locura que parece haber sido lobotomizada, cortocircuitada narrativa y visualmente. Mezcla excesiva y estridente de fragmentos temporales, de flash-backs en blanco y negro (cómo no), que pueden ser el resultado estético de la mente enferma del protagonista -vale, muy coherente- pero que acaban pareciendo una manera de incomodar al espectador, de mantenerle a distancia y acabar con su paciencia. Ni la poderosa interpretación de Jeff Goldblum ni lo atractivo de su argumento son capaces de levantar una película arrítmica, desabrida y más fría que un barracón de Auschwitz.
A la espera de su próxima obra, la prometedora ‘The Canyons’ (con guión del novelista Breat Easton Ellis y protagonismo de Lindsay Lohan, Gus Van Sant y el actor porno James Deen), ‘Adam resucitado’ no hace sino confirmar el declive en el que está sumido Schrader desde hace más de una década. 4.