En su cuarto disco, el primero desde que dejaron el sello Saddle Creek (Bright Eyes, The Mynabirds) y ficharon por ATO, Adam Stephens y Tyson Vogel recobran cierto vigor perdido en su predecesor, aquella frescura que nos embaucó en 2006 gracias a canciones como ‘Las Cruces Jail’ o ‘Long Summer Day’ y que tenía (y tiene) su mejor baza en sus apabullantes directos (de los que disfrutaremos muy pronto
por aquí). El productor John Congleton (St. Vincent, John Grant) ha apostado por aumentar la crudeza en la grabación, sonando casi lo-fi, retratando precisamente esa energía de sus shows. Así, cortes como ‘Halcyon Days’, ‘Ride Away’, ‘Song Of Songs’, el single ‘My Love Won’t Wait‘, esa oda a la embriaguez que es ‘Willie’ o ‘Cradle Pyre’ se postulan claramente como nuevo pasto para ese tronar que ambos despliegan en escena y que suele acabar con los tímpanos de la audiencia felizmente devastados.Los momentos relajados son mucho más reducidos que en discos anteriores, apenas en la preciosa ‘Broken Eyes’ y las algo previsibles y anodinas ‘Decay’ y ‘Sunday Souvenirs’, lo que facilita que la balanza se incline hacia los descritos en el anterior párrafo que, claramente, resultan más satisfactorios. Aunque de momento no se les brinda la misma pleitesía, Two Gallants ya han hecho méritos suficientes para alinearse con otros dúos revitalizadores de la tradición musical norteamericana como The Black Keys o The White Stripes. Quizá solo les falte sofisticarse un poco para no parecer unos rednecks, pero, sinceramente, no sería lo mismo.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘My Love Won’t Wait’, ‘Ride Away’, ‘Song Of Songs’
, ‘Halcyon Days’, ‘Broken Eyes’
Te gustará si te gustan: The Black Keys, The White Stripes, Murder By Death
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