No contento con la sentencia a dos años de cárcel para dos miembros del colectivo Pussy Riot, el presidente Putin ha declarado que
de no haber quebrado la ley, seguramente estarían en su casa «realizando tareas domésticas». Durante un encuentro que tiene lugar todos los años en Valdai, declaró: «Si la sentencia era demasiado dura o poco dura no es algo que yo tenga que juzgar. Pero si no hubieran quebrado la ley, ahora estarían realizando tareas domésticas en su casa o estarían de vuelta en sus trabajos normales». Un desprecio hacia el trabajo del grupo cargado de misoginia que es un suma y sigue para el gobierno de este país.