O al menos así es como ha vendido el noruego ‘Smalhans’, que en su idioma significa «pobreza» y «escasez» y que en este caso es un LP que contiene seis canciones con unos títulos que harían palidecer a los mismísimos Sigur Rós: nunca se vio tanta vocal junta. Sin embargo, la cosa tiene truco: cada uno es el nombre de un plato de comida tradicional noruega (y aquí es imposible no acordarse de Simian Mobile Disco) y entre todas suman poco más de treinta minutos de duración.
Para amenizarlos, parte de la responsabilidad ha recaído sobre su compatriota Todd Terje, que ha dejado una notable influencia en el sonido del disco. Comprobarlo es sencillo, no hay más que percatarse del pretendido sonido vintage de algunos sintetizadores, o simplemente acercarse a canciones como ‘Vōs-sakō-rv’, donde su impronta es más que evidente. El resultado es un disco agradable de escuchar, que pasa en un santiamén pero que carece de la frescura, los cambios de ritmo y el factor sorpresa que tenía en su momento ‘Where You Go I Go Too’
. Es por eso que, tras unas cuantas escuchas, es evidente que la constante del álbum no es otra que la monotonía: allí donde el músico solía sorprendernos con innumerables capas de sonido, hoy encontramos aproximaciones más minimalistas (‘Fāār-i-kāāl’)… y eso por no hablar de cuando se entrega por completo a un ritmo y le dedica la canción entera, prácticamente sin progresar hacia ningún lado, como si no tuviera un objetivo claro de hacia dónde quieren llegar sus composiciones (‘Lāām-ẹl-āār’).O también puede ser que en 2008 algunos de nosotros todavía tuviésemos el optimismo como para plantearnos viajar al espacio y flotar en mitad del cosmos en algún momento. Ahora a ver quién es el guapo que pide un crédito para eso, con la que está cayendo.
Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Rà-àkō-st’, ‘Vōs-sakō-rv’.
Te gustará si: añoras a la perrita Laika.
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