Remezclas de temas del octavo álbum de estudio de Björk pertenecientes al ‘Biophilia Remix Series’ confeccionan el grueso de este ‘bastards’ cuyo principal propósito ha sido, según la propia cantante, reunir en un único disco algunos de esos remixes que “llevaron ‘Biophilia’ a otro lugar, manteniendo su esencia al mismo tiempo” para que gente poco aficionada a, o falta de tiempo para, las labores de la descarga digital, pudiesen disfrutarlos. A este amable gesto Björk ha sumado su interés por elaborar una colección de remixes sólida, concentrándose en aquellos que de manera más acertada funcionan dentro de un todo, y no en los mejores.
El resultado de esta decisión palidece ante ‘Telegram’. Aquella compilación de remixes de ‘Post’ funcionaba perfectamente “como un todo”, entre otras cosas, porque una misma canción no venía dos veces remezclada y la ausencia de algunos temas se arreglaba, o bien con una versión en vivo, o bien con una canción inédita. No es este el caso de ‘bastards’, que no solo no trae nada nuevo sino que además incluye dos remezclas para ‘Crystalline’, dos para ‘Thunderbolt’, dos para ‘Sacrifice’ y dos para ‘Mutual Core’. Para rematar el asunto, ‘Cosmogony’, una de las canciones más emocionantes de ‘Biophilia’, no aparece por aquí ni una sola vez.
‘bastards’ empieza con los sonidos exóticos del sirio Omar Souleyman y, tres canciones más tarde, la versión de ‘Mutual Core’ de These New Puritans presenta coros inuit en una excelente reinterpretación que despoja, exitosamente, al tema original de todo su músculo electrónico. Tampoco dan pie a comparaciones el abrasivo estilo de Death Grips y el minimalismo electrónico del genio Alva Noto, quien entrega una producción tan propia de él como era de esperar, y que solo encajaría en uno de sus discos. Queda claro que ‘bastards’ es, ante todo, una colección de remixes heterogénea que trata de encajar cada una de sus piezas de la mejor forma posible. Pero algo falla.
Y es que el mayor problema de este álbum se encuentra en que su diversidad estilística no funciona en conjunto tan bien como Björk cree. La idea de obra compacta fracasa en un ‘bastards’ que, para colmo, no se ha servido de las mejores remezclas de la serie para hacer realidad su intención, pero que, además, diverge consigo misma cuando los nombres de Omar Souleyman, Matthew Herbert y Death Grips aparecen hasta en un par de ocasiones en el álbum con producciones, aunque bien repartidas, muy similares; o cuando resulta reiterativa en la elección de sus pistas. ¿A quién le interesa escuchar dos remixes de ‘Sacrifice’ seguidos? ¿Qué sentido tiene incluir ‘Crystalline’ dos veces pero ignorar por completo ‘Cosmogony’, impresionante en manos de El Guincho, y que no hubiese desentonado en ‘bastards’ menos que ‘Moon’ de The Slips en comparación con ‘Solstice’ de Current Value?
Definitivamente, ‘bastards’ para lo único que va a servir al final, aparte de para afianzar, aun más si cabe, la fama de sacacuartos de Björk, es para presentar al mundo algunas muy buenas remezclas y otras que no lo son tanto en un conjunto menos convincente de lo esperado.
Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Crystalline’ de Omar Souleyman, ‘Mutual Core’ de These New Puritans, ‘Dark Matter’ de Alva Noto
Te gustará si te gusta: tanto ‘Biophilia’ como los productores que lo han remezclado
Escúchalo: The Guardian