Tarantino ha apoyado antes a colegas como Robert Rodríguez y esta nueva película es otra discípula de sus virtudes. Cuenta RZA que de pequeño vio todo el cine de kung fu y kárate que puede soportar un ser humano, pero ‘El hombre de los puños de hierro’ también es ahijada de ‘Tigre y dragón’ y de la estética popera (atención al uso del rosa) y del sentido de la comedia de Quentin (esos cardados emo tan kitsch). Recurriendo al gore -como suele suceder en la factoría- sólo un pelín por encima de lo que el público generalista puede soportar, RZA entrega una buena película en la que se fusionan el drama, la comedia, el thriller escatológico y sobre todo la acción, cuidada al máximo en un amplio abanico de especialidades, con referencias a distintos subgéneros de las artes marciales.
Para ello, el Wu-Tang Clan se ha servido naturalmente de su propio repertorio pero también de colegas como Kanye West, Ghostface Killah, Wiz Khalifa, Corinne Bailey Rae, Black Keys o grabaciones de Isaac Hayes reorquestadas. El resultado (musical y global) puede ser demasiado deudor de su maestro -aún habría que comprobar si en el futuro nos quedamos en la mímesis o sabe volar por su cuenta- pero presenta como mínimo una notable sucesión de ideas, a destacar el breve pero excelente desarrollo de las decenas de personajes, lo que incluye al mismísimo RZA. ¿Cómo es posible coger tanto cariño a los gemelos Géminis en 5 segundos? 7.