Su debut discográfico llega ahora en formato de miniálbum, con ocho canciones en menos de media hora producidas por uno de los músicos de moda en estas lides, Sergio Pérez (Pegasvs, Thelemáticos). En ‘Lápidas y cocoteros’, el ahora cuarteto muestra aun más versatilidad de la que parecía en sus primeras canciones, tocando palos como el dream pop con toques orientales (en el vibrante single ‘Aguamarina’), la psicodelia sesentera (‘Síndromes modernos’), la nostalgia ochentera con guiño al reggeaton (‘Tormentas (sonrisas)’) o el technofolklore latino (en su adaptación de ‘La pericona’ de Violeta Parra), aunque sin perder nunca su propio sello. Sello que, sin duda, tiene mucho que ver con ese espíritu irreverente de sus letras, por lo que sería de agradecer que se entendieran un poquito más.
Además de ese carácter distintivo que le da cohesión, lo mejor del disco es que sus primeros temas siguen funcionando a la perfección tantos meses después, máxime con la considerable mejora técnica del trabajo en estudio con respecto a las demos. Sin embargo, eso no parece haberles disuadido de reincidir en cierta querencia al sonido maquetero que, en mi opinión, no les beneficia. La mencionada ‘Aguamarina‘, por ejemplo, demuestra que pueden sofisticarse sin traicionarse a sí mismas, destacándose considerablemente por delante del resto de nuevos temas que, aunque interesantes (sobre todo ‘Confitura’), quedan por debajo del nivel esperado.
Calificación: 6,6/10
Lo mejor: ‘Toronjil’, ‘Aguamarina’, ‘Amish’, ‘Lápidas y cocoteros’.
Te gustará si te gustan: Warpaint, Beach House, Extraperlo.
Escúchalo: Deezer