Días más tarde, la productora, de nombre Jenny Johnson, le respondía: “¡Lo sé! Ser un despreciable pedazo de mierda realmente puede envejecer a una persona”. Hace falta mucho menos para invadir un país, así que estas palabras fueron motivo más que suficiente para que el bueno de Chris Brown le respondiese lindezas del tipo: “Quítate los dientes cuando me la chupes, PUTA”, “Debería tirarme un pedo mientras estés sobre mí” o “Mi madre dice que hola… Me dijo que debería no cagarme en tu boca, quiere que lo haga justo en tu retina”. Todo poesía que posiblemente Brown incluirá en su próximo disco.
El artista optó en las horas siguientes a la discusión por borrar primero los Tweets y más tarde por cancelar su cuenta y dejar huérfanos a sus 11 millones de seguidores. Todo este asunto llegaba además después de que Rihanna publicase en Instagram una foto de Brown sin camisa tumbado en una cama.