Cine (in)visible 3

‘Smiley Face’ (2007): Recuperada por el festival de San Sebastián en su imprescindible ciclo ‘Very Funny Things. Nueva comedia americana’, la penúltima película de Gregg Araki ha sido una de los títulos más injustamente olvidados e infravalorados de los últimos años. ‘Smiley Face’ es una hilarante comedia fumeta que cuenta, “en orden alfabético”, la pericia vital de una actriz de televisión (una divertida Anna Faris) colocada de marihuana durante todo un día. Un largo flashback lisérgico, a ritmo de The Chemical Brothers, Scissor Sisters y Ladytron, que incluye un incendiario discurso revolucionario, una chispeante puesta en escena y un cargamento de gags tóxicos basados en la paranoia y el empanamiento de la protagonista. A pesar de su exitoso paso por Sundance y el predicamento indie de su director, ‘Smiley Face’ pasó directamente a dvd en EEUU y apenas llegó a alguna sala en Francia y Portugal.

‘Womb’ (2010): Uno de los grandes títulos vistos en el festival de Sitges de hace dos años. La primera película en inglés del húngaro Benedek Fliegauf (que este año ha triunfado en la Berlinale con ‘Just the Wind’) es un relato de ciencia ficción intimista y atmosférico, que habla en voz baja sobre la pérdida (y la dificultad de aceptarla), y sobre los conflictos morales y sentimentales derivados de los avances de la biotecnología. Gélida y melancólica como un cuadro de Hammershoi, ‘Womb’ presenta, por medio de sugerentes imágenes, una historia de amor dolorosa y ambigua. Un fascinante drama psicológico, impregnado de enorme tristeza, que haría un estupendo programa doble con la notable (y de similares intenciones) ‘Nunca me abandones’ (2010).

‘Hadewijch’ (2009): Bruno Dumont es uno de los grandes directores del actual cine francés. A pesar de su prestigio crítico, de sus premios en Cannes con ‘L’humanité’ (1999) y ‘Flandres’ (2006), e incluso de haber rodado en EEUU y en inglés ‘Twentynine Palms’ (2003), ninguna de sus seis películas se ha estrenado comercialmente en España. Menos mal que el Festival de Gijón le dedicó una retrospectiva en 2006, incluyendo un excelente libro de Nando Salvá, ‘Paisaje abstracto con hombre al fondo’, dedicado a analizar su obra.

Recomiendo toda su filmografía (quizá su última película, ‘Hors Satan’, sea la más floja), pero quiero destacar la singular y fascinante ‘Hadewijch’. La historia de una novicia que es expulsada del convento por su desmedida y casi erótica fe en Cristo, que encuentra en el integrismo islámico una manera de canalizar su misticismo. La fe contra la religión y el espiritualismo de origen medieval contra el materialismo contemporáneo en un brillante ejemplo del poder trascendente y epifánico del cine.

‘Go Get Some Rosemary’ (2009): También conocida como ‘Daddy Longlegs’, la última película de los hermanos Safdie (autores de la maravillosa ‘The Pleasure of Being Robbed’) es un mumblecore cassavetiano que podríamos retitular como ‘Un padre bajo la influencia’. Un ‘Kramer contra Kramer’ indie, de gozosa libertad expresiva, que cuenta, a través de una cámara tan inestable como la vida de su protagonista, las desventuras de un padre divorciado durante los pocos días que tiene la custodia de sus dos hijos (interpretados por los hijos de Lee Ranaldo, el guitarrista de Sonic Youth). Puro underground neoyorquino (con cameo de Abel Ferrara incluido), ‘Go Get Some Rosemary’ es una visión de la paternidad que huye del sentimentalismo y celebra la irresponsabilidad afectiva y el caos amoroso como irrepetible experiencia infantil.

Rundskop (Bullhead) (2011): El debut del belga Michael R. Roskam como director no ha podido ser más prometedor. ‘Rundskop (Bullhead)’ es el ‘Un profeta’ (2009) del año pasado, un potentísimo thriller protagonizado por un personaje memorable: una mole de carne hormonada, de trágico pasado, que colecciona heridas físicas y emocionales (al actor que lo interpreta, Matthias Schoenaerts, ya se lo rifa media Europa). Cine negro de musculosa narrativa y aliento trágico, con un satírico trasfondo político (el conflicto entre valones y flamencos y el desgobierno del país), y de sugerente contexto: las granjas ganaderas donde se trafica con hormonas. La película compitió este año por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa junto a la vencedora, ‘Nader y Simin, una separación’. ¿De verdad ninguna distribuidora va a estrenar esta película?

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