La “extraña fórmula” (así se titula uno de los mejores temas del disco) de ‘Ultraísta’, más que deudora del krautrock, es tan extraña como limitada, y a partir de ritmos nerviosos y sincopados, bajos profundos, sintetizadores atmosféricos y melodiosos y las sencillas interpretaciones vocales de Laura, se desarrolla todo el álbum. Como metidos en una batidora, todos estos elementos suenan casados con precisión e inteligencia y encuentran su propio espacio en el disco, que por supuesto gana con cascos. La producción de Godrich, magnífica como es habitual, evoca casi de forma inevitable a los últimos Radiohead, los que han hecho de la mezcla de electrónica y rock una experiencia sonora siempre excitante, pero a veces también al debut en solitario de Thom Yorke. ‘Gold Dayzz’ parece que se vaya a convertir en ‘Black Swan’ en cualquier momento.
El músculo del álbum es innegable y, por tanto, su escucha no es solamente interesante para oídos ávidos de sonidos únicos y casi imposibles –el trabajo de percusión de Waronker es tan complejo como parece– sino también merecedora de varias escuchas. Para endulzar el viaje están las melodías de Bettinson, que confirman ‘Ultraísta’ como un álbum intencionadamente pop, pero sin resultados que impresionen o dejen demasiada huella. Calan de lleno temas como ‘Strange Formula’ con sus preciosas estrofas, el memorable estribillo de ‘Easier’ o el inicio de álbum con ‘Bad Insect’, de asfixiante sonido cuanto menos. Poco más se puede tararear de este disco; sin embargo, quizás debamos quedarnos con la descripción de la propia Laura Bettinson llamando al disco “abstracto y experimental”, porque, al fin y al cabo, es en la creación de ambientaciones inquietantes, confusas e incluso a veces desafiantes donde ‘Ultraísta’ encuentra el mayor de sus logros, resultando no solo efectivo en su propósito, sino también sorprendente.
Calificación: 6,2/10
Lo mejor: ‘Bad Insect’, ‘Strange Formula’, ‘Easier’
Te gustará si te gustan: Radiohead, Thom Yorke, el krautrock
Escúchalo: Deezer