Pascal Laugier, cabeza visible junto a Alexandre Ajá (‘Alta tensión’) y la pareja Alexandre Bustillo / Julien Maury (‘À l´intérieur’) del “nuevo cine de la crueldad francés”, ha optado en su nueva película por rebajar la dosis de violencia (aunque conserva su gusto por la iconografía de la mujer doliente) y potenciar en su lugar la creación de atmósferas. La combinación de un paisaje rural sórdido y depauperado, resultado de la crisis económica, junto a una naturaleza exuberante, llena de evocadores bosques, confiere a la película un aroma de perverso cuento infantil, de relato lúgubre contado (por una voz en off) a la luz del fuego.
El director opta por una puesta en escena en la que destaca la virtuosa utilización del plano-secuencia (no en vano el propio Laugier ha definido su película como “’La habitación del pánico’ pero en exteriores”) y la minuciosa observación de la sufriente y magullada figura de la mujer protagonista (una conmovedora y atractiva Jessica Biel).
Al igual que ocurría en ‘Martyrs’, ‘El hombre de las sombras’ también está “cortada” a la mitad. Pero esta vez con peores resultados. Por medio de un giro de guión algo tramposo -de esos en los que las imágenes dicen algo que luego el director, por medio de una larga explicación, decide que digan lo contrario- el terror ancestral y psicológico deja paso al sociológico. Un discutible cambio de sentido con moralina final incluida. 6,5.