Como avanzaba el buen single ‘Deathwaltz‘ primero y ‘Despair‘ después, el trío camina hacia un punto de encuentro entre los ambientes sofocantes y el pop, valiéndose de una considerable mejora técnica y, sobre todo, dejando que la bonita voz de Rachel esté en un primer plano. Así, cortes como ‘When That Head Splits’, la aguerrida ‘Iceland Spar’ o la etérea ‘Slow Wave’ salen claramente victoriosos en una comparación con los más destacados temas de su debut. El fuerte contraste entre la dulzura de su cantante y la agresividad de sus desarrollos instrumentales acaba convirtiéndose en la bandera de Esben And The Witch, además de unas letras inquietantes que no se limitan a lo obvio, inspirándose en las obras de Sylvia Plath y TS Eliot y que fantasean con la posibilidad de encontrarse con un doppelganger
de uno mismo.También cuando se detienen en desarrollos más delicados y en crescendos, como en el caso de ‘The Fall Of Glorieta Mountain’ y la final ‘Smashed To Pieces In The Still Of The Night’, logran momentos realmente bellos y atractivos, aportando matices muy interesantes. Sin embargo y extrañamente, todos estos avances no significan que ‘Wash The Sins Not Only The Face’ en su conjunto sea el gran disco que se esperaba de Esben And The Witch. Podríamos especular con que les ha faltado medida en las ambientaciones, o que les falte mejorar los ganchos melódicos, pero lo único cierto es que el tedio amenaza al oyente en demasiadas ocasiones. Aun reconociendo todas las virtudes de este disco, personalmente solo podría recomendarlo si se tiene el día para tormentos.
Calificación: 6,2/10
Lo mejor: ‘Deathwaltz’, ‘Despair’, ‘The Fall Of Glorieta Mountain’, ‘When That Head Splits’
Te gustará si te gustan: Warpaint, These New Puritans, Bauhaus
Escúchalo: Deezer