Gavin Townroe, de 34 años y residente en Nottingham, obligaba a que sus vecinos abandonasen sus casas para librarse de escuchar la cancioncita de marras. Ya el año pasado se le dieron varios avisos e incluso pasó seis semanas en prisión por polución acústica. Ahora el juzgado de la ciudad ha decretado que el muchacho no sólo debe abandonar su piso antes del 4 de febrero, sino que tendrá que pagar los costes del proceso, unos mil euros. Seguramente a los vecinos del amigo Townroe no les hará gracia, pero os dejamos con la canción en cuestión. Preciosa.