Su historia recuerda efectivamente a la de ‘For Emma and Forever Ago’ y su sonido, aunque substancialmente menos complejo, es casi igual de desolador. Yellen escribió la mayoría de estas canciones por la noche y tanto la ligera reverberación en su voz, que cómo no otorga a estas melodías una cualidad poderosamente evocadora, como sus letras sobre estar solo y perdido o sobre vientos fríos que golpean la ventana una noche, alcanzan definitivamente la fibra de quien lo escucha. Yellen cuenta además con una voz muy melodiosa que debería encandilar a los seguidores de Fleet Foxes.
En lo musical ‘Country Sleep’ tiene bastante que ver con la americana y el country alternativo. Suena en muchas de estas canciones un pedal steel y Yellen parece por momentos acompañar la languidez con la que ejecuta su efecto con su manera de cantar, también muy sosegada, espaciosa y sutil, pero al mismo tiempo llena de fuerza e intensidad. Gracias a esa alternación entre momentos de drama y momentos de introspección Yellen consigue que la ocasional monotonía del disco resulte más llevadera. El buen gusto en los arreglos de cuerda y percusión, así como la belleza de los coros, son también elementos a tener en cuenta.
La gran canción del disco es sin lugar a dudas ‘Ramona’, de incuestionables versos, pero la sensación de soledad es mejor expresada en canciones como ‘22’, en la que suenan grillos de fondo, o ‘Cherry Blossoms’. Cierto es que en algún corte como ‘Borrowed Time’ parece haber lugar a la esperanza, con ese estribillo que canta “todo es para mejor / lo sé” acompañado de un ritmillo country encantador, pero siempre termina pesando más la oscuridad de la cubierta del álbum, en temas como por ejemplo ‘Wanted_You In August’, cuyos arreglos un poco jazz suponen un punto de oscuridad adicional.
La crudeza de ‘Country Sleep’ se traduce también en una producción bastante rudimentaria, evidentemente producto de las limitaciones con las que se encuentra un chico de veintipocos años, pero el disco es intimista y por lo tanto esa sencillez se transmite al oyente en forma de agradable cercanía. El lloro de ‘Faithful Heights’, una pieza a capella que dura un minuto, inicia el álbum a lo lejos, pero cuando ‘Country Sleep’ termina con la preciosa ‘TENN’ (de “Tennessee”), da la sensación de que uno ha estado en el cuarto de Yellen escuchándole cantar justo al lado.
Como debutante Night Beds no entrega un disco perfecto. Su EP de 2012 ‘Every Fire; Every Joy’ contiene algunas de las mejores canciones que ha escrito, como la intensamente emotiva ‘How Did You Get So Far Away?’, hermosamente arreglada, o el caramelo ‘Night Beds’, que igual no terminarían de encajar dentro del conjunto de ‘Country Sleep’, pero sí harían de él una escucha mucho más entretenida. Winston Yellen, sin embargo, ha enamorado a la crítica hasta el punto de que ya se le considera como una de las grandes revelaciones del año. Yo no me atrevería a ir tan lejos, pues si algo ha demostrado Night Beds con su debut es que ha nacido un gran artista que, afortunadamente, aún tiene mucho que decir.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Ramona’, ‘Wanted_You In August’
Te gustará si te gusta: Fleet Foxes, My Morning Jacket, Jeff Buckley
Escúchalo: Deezer