El hecho de que para su nuevo álbum, titulado ‘Forever Endeavour’, Ron se haya reunido con Mitchell Froom, uno de sus productores más fieles, tras los mandos de otros discos como ‘Time Being’ (2006) o ‘Whereabouts’ (1999), es una buena noticia. Productores como Martin Terefe o Froom han sabido entender lo que tienen que ofrecer las composiciones del cantautor canadiense y por ello el resultado en este breve y bonito álbum es lo que todos los seguidores de Sexsmith esperábamos.
Eso sí, que estos dos viejos amigos hayan vuelto a trabajar juntos no quiere decir que no tuvieran algo nuevo entre manos, pues uno de los elementos del disco es la presencia de diversos arreglos de cuerda y viento (cortesía de Calder Quartet), a veces simples y risueños, como los de la inicial ‘Nowhere To Go’, otras veces con aires de jazz de Nueva Orleans como en ‘Me, Myself and Wine’ y en ocasiones grandiosos y dramáticos (aunque siempre con una necesaria contención que evita caer en lo excesivo), como en ‘Nowhere Is’ o ‘Lost In Thought’, aportando algo que, sin ser esencial (sus canciones con nada más que guitarra acústica y voz se sostendrían por sí solas, siempre ha sido así) añade un punto de belleza a lo de por sí bello. No todos los temas están cortados por el mismo patrón, eso sí. También nos encontraremos con la sencillez acústica de ‘Sneak Out The Back Door’ o el medio tiempo pop/rock de ‘Back Of My Hand’. Las adorne o las muestre desnudas, las canciones aquí contenidas vuelven a poner de relieve el talento incontestable e inagotable de Ron, esta vez encuadrado en una producción más adecuada. ‘Forever Endeavour’ es otra delicia para los oídos, una caricia que siempre apetece sentir.
Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Nowhere To Go’, ‘Deepens With Time’, ‘Nowhere Is’
Te gustará si te gustan: Nick Lowe, Josh Rouse
Escúchalo: Deezer