Según la nota de su web, «el motivo de tan triste noticia no es solo la crisis, puesto que, aunque no podemos negar su efecto devastador, estábamos trabajando más fuerte que nunca y teníamos los ánimos muy arriba. El motivo es simplemente que, una vez finalizado el contrato de alquiler del edificio, las partes (en este caso los propietarios del edificio y Ritmo y Compás) no han alcanzado un acuerdo para su renovación». El comunicado continúa: «Resulta muy triste que el futuro de uno de los iconos musicales de la ciudad de Madrid, de España y también en Europa, haya llegado a su fin. A fin de cuentas es tan solo un edificio y un negocio, como otro cualquiera. Aunque para otros muchos, era su vida y su alma. No solo hablamos de cultura, de ocio, de música, hablamos de corazón».
El cierre de la sala de conciertos a partir del 1 de marzo obliga al Ritmo y Compás a cancelar todos los eventos que tenía programados.