Mucho se ha escrito sobre la importancia de la dicción o la posibilidad de seguir una letra cuando pensamos en artistas como My Bloody Valentine, Los Planetas o Klaus & Kinski: el tema aburre ya a las vacas. Sin embargo, en este caso concreto perjudica a la banda por varias razones. La primera es que su sonido, aunque noventero, no es especialmente noise, por lo que la confusión no está tan justificada. La segunda es que se considera a la banda semi zaragozona una de las más dignas herederas de El Niño Gusano y las letras que se entienden (‘Muertos de risa’, ‘Gemelo negro’) son sencillas pero divertidas y muy llamativas («si me tengo que morir que sea de risa / mi último deseo, que me cuenten un chiste» es todo lo que oirás en la primera de las mencionadas). Y la tercera es que la segunda mitad de este ‘Ácido niño’ -antes existió un EP llamado ‘Ácido niña
‘ de muy cuca portada- necesitaría una mayor claridad en los textos para diferenciar unas canciones de otras, que en principio tienden a repetir ideas, y conformar un repertorio más sólido.Puestas las pegas, lo cierto es que el grupo, que ha grabado este álbum con la ayuda de Cristian Pallejà (Nisei, Sedaiós), cuenta con una personalidad considerable, basada en la importancia de la curiosa voz de Jorge P. Zaera, con tanto peso como la de Germán Coppini en Golpes Bajos o Jaime Urrutia en Gabinete, y también en algunas ideas interesantes que dejan entrever en ‘Muertos de risa’, de producción más expansiva que el resto.
Gabriel y vencerás actúan hoy 15 de febrero en Barcelona con Tigres Leones y Piñata en una fiesta de La Fonoteca.
Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Muertos de risa’, ‘Palacio’, ‘Gemelo negro’
Te gustará si te gustan: El Niño Gusano, Golpes bajos, Margarita
Escúchalo: Deezer