Nick Cave & The Bad Seeds / Push The Sky Away

Hace ahora diez años la carrera de Nick Cave junto a los formidables Bad Seeds vivió un punto y aparte con la publicación de ‘Nocturama’, un álbum que daba muestras de cierto desgaste. Desgaste de esa máscara de crooner oscuro que el australiano adoptó en la segunda mitad de los 90 y que supuso una magnífica y necesaria reinvención de sí mismo. Después, el doble ‘Abbatoir Blues / The Lyre Of Orpheus’, una vastísima colección que repasaba sus múltiples facetas casi a modo de retrospectiva, y ‘Dig, Lazarus, Dig!’, un gran álbum en el que en buena medida recuperaba la inmediatez rockera, fueron dos trabajos intachables en su singularidad que reforzaron el estatus de Cave como figura fundamental en el rock de los últimos 30 años.

Desde entonces, Cave apenas se ha separado de Warren Ellis (Dirty Three), su más fiel cómplice en el último lustro, bien fuera en diversas bandas sonoras (los westerns se han convertido en su especialidad) o en el segundo álbum de Grinderman, un proyecto bien distinto al de los Bad Seeds pese a nutrirse de sus más destacados miembros. ¿Qué esperar, pues, de ‘Push The Sky Away’, su primer disco sin Mick Harvey, significativo miembro fundador de las Malas Semillas? Como parece obvio, ese bagaje paralelo está reflejado en este nuevo álbum, máxime cuando han vuelto a contar con Nick Launay como productor, con el que trabajan ininterrumpidamente desde ‘Nocturama’ y tienen un entendimiento perfecto, aquí reflejado en un sonido sublime.

Sin embargo, esa influencia va mucho más allá del mero guiño (como sucedía en cortes como ‘The Night Of The Lotus Eater’, de su anterior álbum), resultando decisiva en una inesperada refundación sonora de los Seeds. ‘Push The Sky Away’ es un disco perfectamente coherente con la progresión del grupo, pero también nos muestra rincones aún no explorados, nunca así. Ni el rugido de guitarras ni la ternura del piano: ahora son las ambientaciones, sinuosas, quedas, a veces casi un rumor tímido pero hermoso y cautivador, las que constituyen el soporte del que Cave se sirve para emerger y alzar su siempre imponente figura como intérprete y letrista. Porque, como él mismo afirma, son los Bad Seeds (en los que se adivina que la marcha de Harvey ha permitido que Ellis tome los galones) los que imaginan, dan forma y materializan en fabulosas canciones sus bocetos e ideas.

We No Who U R’, el precioso primer single, apenas da una idea de este nuevo paso delante de Cave y los suyos. Y algo similar ocurre con el segundo, ‘Jubilee Street’, un tema que arranca como si Lou Reed se hubiera unido a la banda y culmina con un crescendo épico que les aproxima, paradójicamente, al sonido de los mejores Tindersticks. Porque la enseña de esta obra está en temas como ‘Wide Lovely Eyes’, un tema con pinta de torch-song pero con una asfixiante línea de bajo subterránea, ‘Water’s Edge’, ‘Mermaids’, ‘We Real Cool’ o el corte que da nombre al disco, un final colosal. Todas ellas se caracterizan por una especie de contención tensa, una lucha equilibrada entre una imagen bella y un trasfondo turbio, en segundo plano pero ineludible. La mayor expresión de esa lucha subyacente es ‘Higgs Boson Blues’, en la que describe un sueño delirante con menciones a Robert Johnson y Hannah Montana, logrando hacernos partícipes de la agitación de su viaje hasta volver al plácido descanso.

También estamos ante un álbum singular en cuanto a las letras. Pese a que los textos de Cave recurren como siempre a figuras religiosas (no solo de la Biblia, también del Corán) y mitológicas, él mismo ha manifestado que la mayor inspiración ha sido su fascinación por los inabarcables flujos de información de Internet, las redes sociales y Wikipedia (con ese punto de vista, no costará encontrar referencias ocultas a Twitter, las siglas WWW, Milye Cyrus o el porno on line). En realidad, sirven para apuntar a la cada vez mayor dificultad para relacionarnos con nuestros semejantes, lazos cada vez más diluidos y confusos entre la bruma de los píxeles. Y a que, al final, siempre es lo mismo: lo que todos anhelamos no es otra cosa que amor y afecto.

Calificación: 8,6/10
Lo mejor: ‘We No Who U R’, ‘Push The Sky Away’, ‘Jubilee Street’, ‘Higgs Boson Blues’
Te gustará si te gusta: Lou Reed, PJ Harvey, Tindersticks
Escúchalo: Deezer

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Publicado por
Raúl Guillén