‘Un asunto real’ es una de las producciones más ambiciosas del reciente danés. Una combinación de talentos que difícilmente podía fallar: el patriarca Lars Von Trier produciendo, Nikolaj Arcel escribiendo y dirigiendo, Gabriel Yared componiendo, la gran estrella del cine danés Mads Mikkelsen como protagonista y la prometedora Alicia Vikander dándole la réplica.
El resultado es una drama de época clasicote, de gramática ortodoxa y formas convencionales, pero narrado de manera eficaz y con un ritmo muy fluido. Arcel no es Visconti, está claro, ni tampoco la Sofia Coppola de ‘Maria Antonieta’, pero tampoco lo pretende. Apoyándose en un guión impecable (premiado en Berlín), el director demuestra su habilidad para manejarse con soltura entre dos niveles narrativos: el drama romántico y las intrigas políticas. El trágico romance cortesano, más que por sí mismo, funciona como combustible dramático para iluminar un periodo histórico caracterizado por las tensiones entre el inmovilismo aristocrático y el progresismo de las ideas de la Ilustración.
‘Un asunto real’ es algo así como una lección de historia impartida por un profesor con un especial talento para la divulgación. Una película de arquitectura diáfana y tabiques invisibles, donde prima la claridad expositiva frente a la complejidad narrativa, la funcionalidad expresiva frente a la audacia formal. Puro mainstream de calidad que, si esperas sorpresas, puede dar pereza, pero que en tiempos de la desintegración del relato (y su huida hacia la televisión), de vez en cuando se agradece. 7.