How To Destroy Angels / Welcome Oblivion

El anuncio por parte de Trent Reznor de la resurrección de Nine Inch Nails en las semanas previas al lanzamiento del primer disco de su proyecto How To Destroy Angels podría haberse interpretado como un mal augurio. Un “tranquilos si este no os gusta, que ya os contentaré con el regreso del otro grupo”. Porque si algo queda claro al escuchar este álbum es que si llegaste a él esperando encontrar restos de ‘Pretty Hate Machine’ o ‘The Dawnward Spiral’ has venido al sitio equivocado.

De entrada ‘Welcome Oblivion’ no modifica del todo el discurso de la obra de Reznor pero sí cambian las formas. El músico comparte los controles con el resto del grupo y su rock industrial es sustituido por una herencia trip-hop, más cerca de Tricky que de Nine Inch Nails, que tiene como ejemplo ‘We Fade Away’. Siguen quedando restos de sonidos industriales que nos traen varias veces a Depeche Mode a la cabeza, pero la voz de Mariqueen Maandig funciona como un contrapunto de luz a las atmósferas oscuras de Reznor y Atticus Ross. Atticus también es parte vital en el sonido de este proyecto, curtido en bandas sonoras, aportando esa ambientación cinematográfica constante que hace que este trabajo funcione en algunos pasajes como la partitura perfecta para alguna película del amigo David Fincher.

Tal vez el rasgo más rescatable del disco sea ese obvio contraste entre los ambientes opresivos creados por el grupo y la voz de su vocalista. Esa confrontación entre lo industrial de la producción, formada por capas y capas de sonido, y la voz orgánica y dulce de Mariqueen queda patente en canciones como ‘Keep It Together’ o ‘Strings And Attractors’. Pero existe una fina línea entre lo que el grupo quiere ofrecer y el resultado final. Con demasiada frecuencia, esos ambientes y atmósferas apocalípticos y cinematográficos se convierten en trip-hop de recopilatorio noventero. Con un ojo en Mandalay y otro en Delerium, por ejemplo, nos es casi imposible encajar un estribillo a dúo como el de ‘How Long

’ en el resto de la carrera de Reznor.

‘Welcome Oblivion’ habría sido mejor disco de no haber estirado los mismos recursos a lo largo de más de una hora, o si hubiera ofrecido algo novedoso y rompedor, conceptos a los que nos acostumbró Trent Reznor durante años. La buscada homogeneidad termina jugando una mala pasada al conjunto, y salvo en contadas ocasiones, como en la semi acústica ‘Ice Age’, muchas veces es imposible diferenciar un tema de otro. Al final, nos quedamos con la duda de saber cómo valoraríamos esto si detrás no se escondiesen los nombres de Reznor y Ross. Por lo pronto, nos quedamos con las ganas del regreso de su mítica banda. Trent, que es muy sabio, ya nos lo avisó.

Calificación: 5,5/10
Lo mejor: ‘Welcome Oblivion’, ‘Ice Age’, ‘We Fade Away’
Te gustará si te gusta: Tricky, Depeche Mode, las bandas sonoras de Reznor y Ross
Escúchalo: Deezer

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Publicado por
ACM