Obras posteriores como ‘Found Songs’ (su mejor álbum hasta la fecha) evidencian, sin embargo, que Arnalds siempre ha brillado más cuando sus composiciones han existido libres de complementos externos. ‘For Now I Am Winter’, su nuevo trabajo (el noveno ya, contando EPs y colaboraciones) tira exactamente por el otro derrotero, añadiendo además un elemento inédito hasta ahora en su catálogo, esto es, letras y, por lo tanto, un vocalista de acompañamiento. Para más inri, ninguno de los títulos de sus nuevas composiciones viene ya en islandés, sino en inglés. ¿Podemos asumir, pues, que Arnalds se ha propuesto con este disco aumentar su número de seguidores? Y, lo más importante, ¿ha afectado eso en algo a la calidad de su música? La respuesta a ambas preguntas es sí.
Nada de esto quiere decir que con ‘For Now I Am Winter’ Ólafur Arnalds haya abandonado su sonido característico, normalmente hundido en la desolación y ocupado en una búsqueda introspectiva de las emociones. Ayudado por los arreglos orquestales de Nico Muhly (Björk, Grizzly Bear, Usher), Arnalds ofrece momentos de verdadera belleza como el plañidero violonchelo de ‘Hands Be Still’, la hermosa comunión de cuerdas en ‘Sudden Throw’, o el reflexivo viaje hacia el clímax de ‘Only the Winds’, en la que, al principio, las notas de piano caen como lágrima sobre papel, ofreciendo de manera instantánea uno de los momentos más bellos de todo el disco.
El vocalista invitado se llama Arnór Dan y se trata del cantante de la banda islandesa Agent Fresco. Arnór cuenta con un tono quejumbroso, muy acorde con el sonido de Arnalds, pero su afectada aportación en temas como ‘For Now I Am Winter’ o ‘A Stutter’ (Dan aparece en un total de cinco ocasiones a lo largo del álbum) no puede sino verse algo ensombrecida por unos arreglos (tanto orquestales como electrónicos) que ya cuentan con la emotividad suficiente para que los temas se mantengan por sí mismos. Piezas como el tema titular o la bella ‘Reclaim’ no necesitaban a Dan en absoluto.
Las programaciones electrónicas en ‘For Now I Am Winter’ también encuentran aquí mayor protagonismo que en previas ocasiones. De nuevo, Arnalds hace un uso satisfactorio de ellas en piezas como ‘Brim’, ‘Hands Be Still’ o ‘Old Skin’ (en la que la base es la columna vertebral) pero algo forzado en, por ejemplo, ‘This Place Was a Shelter’, en la que, por el contrario, los violines conmueven de manera asombrosa precisamente porque su angustiosa intensidad es ejecutada de manera muy natural y orgánica, haciendo que la base rítmica de acompañamiento no termine de encontrar su espacio dentro del conjunto.
El primo de Ólöf Arnalds (otra que se ha pasado al inglés este año) firma, en definitiva, un álbum que en realidad trae también la firma de sus diferentes partícipes y que, por lo tanto, tiene más entidad de trabajo colaborativo que de disco propio. Un trabajo colaborativo que, con menos éxito de lo esperado, hace de su uso de estructuras más tradicionales un cambio que debería, con excepciones, quedarse aquí. Los obscuros paisajes de ‘For Now I Am Winter’, no obstante, siguen rompiendo el corazón y, de hecho, es la enorme belleza de temas como ‘Sudden Throw’ la que nos recuerda que es a solas con su piano y sus arreglos orquestales cuando Ólafur Arnalds entrega lo mejor de sí mismo.
Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘Sudden Throw’, ‘Brim’, ‘Hands Be Still’, ‘Only the Winds’
Te gustará si te gusta: Jóhann Jóhannsson, Nils Frahm, múm, Sigur Rós
Escúchalo: Deezer