Y así ha sido durante décadas hasta que Hollywood descubrió que podía sacar partido a estos cuentos si los adaptaban a los gustos de hoy día. Lo hicieron con ‘Blancanieves’, ‘Alicia en el País de las Maravillas’, ‘Caperucita Roja’, ‘Hansel y Gretel’ y ahora con ‘Jack y las habichuelas mágicas’, cuyo personaje principal deja de tener la cara del ratón Mickey para ponerse la del guaperas Nicholas Hault, aquel muchacho que bajo las órdenes de Tom Ford sedujo a Colin Firth en ‘Un hombre soltero’ y que ahora, por obra y gracia de Bryan Singer, se convierte en el héroe medieval, o al menos lo intenta, de ‘Jack el caza gigantes’, explícito nombre con el que ha sido rebautizada la historia.
Una película de acción ligeramente inspirada en el universo ‘Juego de tronos’ que cuenta con mucha criatura creada por ordenador y la necesaria aparición de dos estrellas como Stanley Tucci y Ewan McGregor, que cumplen como pueden con su papel de famosos destinados a dar empaque a la película.
A favor del filme, que por momentos conecta con nuestro niño interior y nos hacer recordar pánicos infantiles ya olvidados como el ser devorados vivos, la oscuridad o la pobreza extrema. En contra, que casi todo lo demás es tan plano que parece que sus responsables han confiado únicamente en el 3D para que parezca que en la pantalla hay algo. Es de suponer que gran parte de la culpa la tiene el director del filme, Bryan Singer, que comete el error más temido por los realizadores que se han ganado el reconocimiento de su apellido: pasar desapercibido.
Y es que no hay nada en ‘Jack el caza gigantes’, no al menos hasta que aparecen los títulos de crédito, que nos recuerde que el responsable de la saga ‘X-men’ firma la película. Menos mal que si te lo tomas con humor sales hasta contento con el epílogo más WTF de la temporada. Aunque solo sea por esos tres minutos finales, por la cara que se te queda cuando cuentan lo que cuentan, la entrada merece la pena. 5.