En algunos momentos de esta madrugada, hora española, se llegó a temer por su vida y los medios llegaron a decir que estaba a punto de morir, aunque el rapero lo ha desmentido en un tweet que publicaba hace unas horas.
TMZ también dice que, según fuentes del hospital, se le han tenido que realizar a Wayne varios lavados de estómago tras encontrarle gran cantidad de codeína en sangre. Al parecer, Lil Wayne es adicto a una especie de jarabe para la tos mezclado con cola u otros refrescos.
Se da la circunstancia que es el segundo episodio de ataques que el rapero sufre esta semana. El pasado martes ya tuvo que ser ingresado por otro ataque, aunque fue dado de alta el miércoles.