«La clave del éxito de Manel, tanto artístico como comercial, se ha encontrado siempre en la gracia con la que contaban sus imaginativas historias de aire costumbrista. La historia de la literatura catalana está de hecho plagada de clásicos que han hecho de la cotidianeidad su sello de calidad. Pero ‘Teresa Rampell’, que deduzco no es nadie en particular, sino una especie de metáfora, no cuenta con la mejor letra de su catálogo, sin estar mal. Lo peor, de todos modos, es la canción en sí, que en su intento de cambio estilístico se pasa a una especie de pop-rock para las masas sin demasiada chicha, aunque con un bajo y unos punteos de guitarra interesantes. Triunfará seguramente en los conciertos, donde esos «que ve l’Amor / que ve l’Amor / que ve l’Amor» serán coreados con entusiasmo, pero en el disco seguramente no». JB
.«Manel celebran la primavera con ‘Teresa Rampell’, que suena fresca gracias a su línea de bajo pero que marca las distancias con sus anteriores producciones, sin rastro de tintes épicos o trompetas, algo que puede ser un problema para sus fans más clásicos o al revés, ampliar horizontes. Deseo que sea lo segundo». María Clara Montoya.
«Si hay algo que se puede elogiar de la banda catalana, eso ha sido su ojo para elegir singles. Siempre han conseguido tres cosas fundamentales a la hora de elegir un tema para lanzarlo al gran público, a saber: que sea lo suficientemente reconocible como para que se sepa de qué banda es con solo escucharlo; que sea lo suficientemente diferente como para que consideres escuchar el resto del disco y que sea lo suficientemente pegadizo como para que quieras escucharlo muchas veces. ‘Teresa Rampell’ puede que sea algo menos inmediato que otros sencillos anteriores, pero desde luego que es una de esas canciones con un característico sello «Manel» que apetece seguir escuchando durante mucho, mucho tiempo y que despiertan el interés por lo que nos traerá ‘Atletes, baixin de l’escenari'». Lolo Rodríguez.