‘Mi loco Erasmus’ es como el hijo mutante, socarrón y chalado del ‘Arrebato’ (1980) de Zulueta, un ejemplo de cómo utilizar las herramientas estilísticas del mockumentary y el sentido del (post)humor más esquinado como forma de representar la crónica de un fracaso: la imposibilidad de realizar un documental sobre los estudiantes con becas Erasmus que eligen Barcelona como destino.
Falsa adaptación de su propia novela ‘Erasmus, Orgasmus y otros problemas’ (ed. Libros del silencio), ‘Mi loco Erasmus’ es un falso documental sobre la realización de un documental que es a la vez el retrato polidimensional de un artista en plena diarrea creativa (Dídac Alcaraz), y una incisiva sátira de la ciudad de Barcelona como urbe hipster y autocomplaciente.
Perfiles de Facebook, vídeos de Youtube, paseos por Street View, animaciones chuscas, entrevistas caseras, doblajes chanantes… Todo es susceptible de convertirse en elemento narrativo, en parte significativa del caos y el frenesí creativo en el que habita el protagonista.
Una película irregular y algo alargada, que tiene en su interior a su propio espectador. El cómico Miguel Noguera, que asiste con tanta incredulidad como curiosidad a la presentación del proyecto que él mismo ha ayudado a financiar, representa algo así como el primer espectador de ‘Mi loco Erasmus’; alguien que, como nosotros, pone cara de extrañeza, a la vez que sonríe y abre mucho los ojos, fascinado por lo que está viendo. 7.