El alma de Daughter es Elena Tonra. Al fin y al cabo el proyecto se fundó en solitario –Haefeli y Aguilella se sumaron más tarde– y su nombre no es otro que “Hija”. Suyas son también las letras y la apesadumbrada voz con la que las interpreta, pero sobre todo el dolor vertido en ellas, tan personal que existe ambivalente entre lo familiar y lo ajeno. Este desconsuelo, resultado de relaciones amorosas que han salido (muy) mal, se traduce en una lírica lúgubre y por momentos cercana a algo parecido a un estado de depresión, con más de una alusión al océano y al deseo o tendencia de hundirse en sus profundidades.
Musicalmente ‘If You Leave’ es un trabajo emocional en su más honda esencia. Daughter no parece interesada en escribir grandes melodías para el recuerdo (efectivamente, en el disco no hay ninguna) sino en pellizcar su propia alma de modo que de ella emane música, una música que resuene a la perfección con su desesperanzado estado de ánimo. De este modo, los delicados punteos de guitarra en ‘Winter’ o ‘Shallows’, o sus envolventes rugidos cercanos al shoegaze en ‘Lifeforms’ o ‘Still’, así como los diversos arreglos de percusión y coros adicionales que encuentran su lugar a lo largo de este disco, producen efectos verdaderamente bellos y evocadores. Daughter hacen del emotivo minimalismo de The xx su mayor recurso sin renunciar a algún momento de contenida épica post-rock.
Volviendo a las letras, lo cierto es que todo ‘If You Leave’ es un constante lloriqueo, desde que empieza hasta que acaba, de Tonra por la pérdida del amor de un hombre. Esa dependencia de la figura masculina conduce a Daughter a un desconsuelo prácticamente insondable que en ‘Smother
’ lleva a desear no haber nacido, o que en ‘Youth’ la anima a beber para olvidar. En ‘Touch’ nos cuenta que solo es sensible con un hombre al lado (“sueño con que desconocidos me besen en la noche / para poder sentir algo”) y en ‘Tomorrow’ prefiere nadar entre peces pues la idea de un mañana la aterroriza si su amado no está con ella.Ningún final se antoja mínimamente esperanzador en la vida de Daughter. ‘Amsterdam’ ofrece un necesario instante de autocrítica con la frase “estoy empezando a pensar que debería ver a alguien / solo para asegurarme de que estoy bien”, pero Tonra se deprime muy fácilmente. Aunque en la movidilla y medio country ‘Human’ implora perdón, su autocrítica concluye con un “pero creo que aquí me muero”, y cuando en ‘Tomorrow’ hace referencia al sol es para decir que la luz del día la convierte en polvo. Su hábitat natural es la oscuridad; su estado natural, la tristeza, y el disco termina con Elena de nuevo vagando sin rumbo, es decir, sin un hombre, por la inconmensurable grandiosidad del mar.
Al final toda esta tristeza, como es de esperar, deja huella, pero ‘If You Leave’ es un trabajo demasiado autoindulgente como para trascender más allá de las almas en las que resuene. Se echan en falta ganchos, temas que destaquen por encima de otros y una mayor variedad en las melodías. Pero, como se ha dicho, este es un disco emocional y, por lo tanto, funciona como expresión casi directa de la angustia existencial en la que se encuentra sumergida su autora. O se encontraba, pues parece que Tonra y Haefeli son pareja. Esperamos que con él Elena saque por fin la cabeza del agua y logre hallar esa luz que en ningún momento de este disco trata de encontrar.
Calificación: 6,7/10
Te gustará si te gusta: revolverte en tu propia miseria
Lo mejor: ‘Winter’, ‘Youth’, ‘Lifeforms’, ‘Tomorrow’
Escúchalo: Deezer