‘Tesis sobre un homicidio’, la ambigüedad falla

Cuando se trata de construir una película de intriga, especialmente las que tienen como punto de partida un asesinato, existen dos opciones. La primera, la más divertida, consiste en jugar con el espectador para que crea que cualquier personaje puede ser el asesino. El problema es que el juego se vaya de manos con truquitos de guión que, más que confundir, engañan, y por lo tanto no aguantarían un nuevo visionado. La segunda, la más arriesgada pero que cuando funciona también es la más agradecida, muestra desde el principio quién es culpable del crimen, aunque hay que ser un maestro a la altura de Hitchcock para, descubierto el pastel, mantener el suspense durante toda la película.

El caso es que ‘Tesis sobre un homicidio’ se atreve a investigar una nueva vía: la de no aclarar nada. Un experimento que a gente como David Fincher le funcionó en ‘Zodiac’ pero que en esta ocasión deja un amargo sabor de boca que te hace salir del cine preguntándote si es demasiado listo el director o tú como espectador demasiado tonto.

Precedida por el éxito de la enorme ‘El secreto de sus ojos

’, con la que comparte protagonista, productores y nada más, el gran éxito del cine argentino reciente llega a España apoyado precisamente en estos dos pilares. Fugaces conexiones que unidas al prestigio de Alberto Ammann, que se estrena en el cine de su país de origen con esta cinta, aseguran un buen puñado de espectadores ávidos de repetir la experiencia vivida con aquella ganadora del Oscar a la Mejor película extranjera en 2009.

El problema es que por mucho Ricardo Darín que aguante sobre sus hombros el peso de esta historia basada en la novela homónima de Diego Paszowski, es evidente que la labor tras la cámara de Hernán Goldfrid, aunque lo intenta, no consigue repetir la magia de Juan José Campanella, capaz de naturalizar todo lo que aquí suena impostado.

Sí, hay secuencias visualmente muy potentes y los actores están correctos en su oficio. Pero el contenido, por alguna extraña razón, por falta de fuerza dramática de la trama desarrollada en el guión quizás, falla. Cosas que ocurren cuando se busca la ambigüedad total, que si no te implican, pasas. 4.