OMD / English Electric

Si en 2010 celebrábamos la edición de ‘History of Modern‘ porque en aquel momento no podía haber más grupos recuperando el sonido de los 80, el año en que Little Boots y La Roux publicarán sus segundos discos nos encuentra en un panorama todavía similar. ‘English Electric’ viene para confirmar que, a menos que esa última pista llamada ‘Final Song’ nos esté avisando de otra cosa, como muchos de sus fans temen, OMD están aquí para quedarse, reivindicando el lugar destacado que merecen en la historia de la música pop.

El nuevo álbum vuelve a presentar unidos a Andy McCluskey y Paul Humphreys, ahora con una mayor implicación compositiva de este, y ambos en tan buen estado de forma que uno se pregunta cómo pudieron pasar catorce años entre ‘Universal’ (1996) y el siguiente álbum, y más aún desde que Paul estuviera realmente implicado en la banda que abandonara en 1989, aquellos tiempos en que en España los conocíamos como Maniobras Orquestales en la Oscuridad. Hoy, lo mejor que se puede decir sobre ‘English Electric’ es que se mueve con una comodidad pasmosa entre el autohomenaje y la novedad. Es imposible no vincular ‘Helen of Troy’ a ‘Joan of Arc’, ‘Stay With Me’ a ‘Souvenir’ o ‘Dresden’ a ‘Electricity’. Sin embargo, las primeras suenan con la suficiente entidad e independencia como para no ser confundidas en absoluto con las segundas.

Otra de las buenas noticias del disco es que el grupo no se esconda. Kraftwerk es una influencia demasiado evidente desde el título del disco a su temática política (el vídeo del single ‘Metroland’

compara las consecuencias de la revolución industrial para el pueblo a principios del siglo XX con el problema de las hipotecas a principios del siglo XXI), pasando por los ya mencionados interludios. Pero es que Karl Bartos aparece como co-autor en ‘Kissing The Machine’, en el fondo una versión del tema del proyecto de Bartos Elektric Music incluida en el disco de 1993 ‘Esperanto’, ya en aquel momento presentada como una colaboración con Andy. A veces hasta extraña que el álbum no tenga un título en alemán, cuando atendemos a esto, a la voz invitada de Claudia Brücken de Propaganda o a la ya mencionada canción ‘Dresden’, que además será el siguiente single.

De manera muy llamativa, los interludios del disco, que cuestionan el capitalismo (‘Atomic Ranch’), las nuevas tecnologías (‘Decimal’, que ellos dicen inspirada en ‘Einstein On The Beach’ de Philip Glass) o el futuro de la música (‘The Future Will Be Silent’), llegando hasta donde no pueden sus letras, sirven para vertebrar el álbum y hacerlo incluso más interesante de lo que era por sus composiciones. Le dan cuerpo y a su vez los posibles singles -y aquí habría habido bastantes hits de haberse editado este disco en 1987- parecen mejores. ‘English Electric’ no llega a averiguar cómo suena el futuro, pero si hubiera sido como ese estupendo sample de Abbey Lincoln en la canción final, no habría estado nada mal.

Calificación: 7,4/10

Lo mejor: ‘Metroland’, ‘Dresden’, ‘Helen of Troy’, ‘Stay With Me’
Te gustará si te gustan: OMD, Kraftwerk, Yazoo
Escúchalo: Deezer

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: omd