Aunque ellos insisten en que lo suyo está muy lejos de la improvisación, algo que atestiguan sus poderosos y milimétricos directos, resulta imposible escuchar las grabaciones de Za! y no pensar que se trata de instantes capturados al vuelo durante ensayos o, como en el caso de la loca y furiosamente divertida ‘Súbeme el monitor’, pruebas de sonido. Cortes como este, el potente ‘Gacela Verde’ o el trío ‘Hotto!’/’Hottero!!’/’Hottesto!!!’ parecen surgidos de la repetición casual, la búsqueda de un drone o la pura intuición. Pero, aunque tomen estilos como el funk o el free-jazz como punto de partida, lo suyo está lejos de la mera inspiración instrumental tendente al onanismo. Como muestran en ‘El Calentito
‘ o ‘Mr. Reality’, Edu Pou y Pau Rodríguez toman la libertad que ofrecen esos estilos y la aplican al extremo, llevándolos a sus mismos límites estructural y formalmente.Su mejor baza, al margen del gran sentido del humor que aplican a todo lo que hacen, es esa forma de diluir las barreras entre géneros, como si fueran fluidos que funden y separan a su antojo, creando una vital amalgama de afrobeat, punk, kraut, tropicalismo y nosécuántascosasmás. También, por supuesto, su forma de trasladar sus grabaciones al directo, en esas actuaciones dinámicas, locas, enérgicas en extremo, siempre inesperadas. El mayor pero de ‘Wanananai’, aunque quizá en menor medida que en otros álbumes, es precisamente que no logran capturar todo eso en estudio. Quizá sea por culpa de los múltiples interludios, intros y outros, pero esa sensación única que ofrecen en sus directos solo aparece aquí de forma intermitente. En cualquier caso, una música tan rica, inspiradora, desafiante y poderosa no merece ser juzgada por lo limitado del formato que la alberga. Tomemos ‘Wananai’ como una suculenta muestra de lo que son hoy Za! y aguardemos a la próxima ocasión de disfrutarlo en directo.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Súbeme el monitor’, ‘El Calentito 1’, ‘Gacela Verde’, ‘Hottesto!!!’
Te gustará si te gustan: Battles, Betunizer, Pony Bravo
Escúchalo: Grooveshark