Además, hay otros sesgos aparte del geográfico, favorito de muchos de nuestros lectores, como el hecho de que en esta Universidad se impartan unas carreras sí y otras no. No hay Facultad de Ciencias de la Información (Periodismo, Comunicación Audiovisual, Publicidad) ni de Bellas Artes, y sólo el 3,7% de los encuestados estudia Geografía e Historia, carreras que algunos escogimos por contener algún tipo de relación, aunque fuera remota, con la música y otras artes relacionadas como el cine (aunque muchos no lo crean en Periodismo se imparten cosas como Crítica de Arte, en Geografía e Historia en la Complutense hay un par de asignaturas optativas y de libre configuración sobre música como Música Popular Urbana).
Sin embargo, es difícil no entretenerse buceando entre las conclusiones, donde se mezclan algunas comprensibles y asumidas por todos con otras más discutibles. Entre las primeras están cosas como que crece el consumo de vídeos en internet en lugar de en la tele (¡¡donde ya no echan!!), la mayor aceptación del flamenco a medida que se cumplen años o el escaso porcentaje de público que compra discos «siempre» (sic): un 1% de los encuestados que se convierte en un 10% para los universitarios mayores de 31 años, como consecuencia evidentemente de un mayor poder adquisitivo. También ese 87,5% de la gente que nunca compra revistas de música o ese 75% que escucha música por canales gratuitos.
Entre las segundas, especialmente un ránking extraño sobre la popularidad de artistas que mezcla conocimiento con aceptación. La metodología era rarita. Para puntuar a un artista con un «5», lo máximo, tenías que, no sólo conocer al artista, sino poseer «sus discos» (ojo al plural, muy del postureo), eso sí «originales o no». Este sistema deja un top resultante bastante poco indicativo, pues aparte de lo señalado, como reconoce el propio estudio en sus páginas, los artistas nuevos como LMFAO principalmente no son seguidos por sus discos enteros (que poseen sólo un 8% de los universitarios) sino por canciones sueltas (que poseen un 45%). Por el contrario, aunque el 23% no sepan quiénes son Led Zepellin, más de un 10% posee sus discos enteros. Más que el caso de LMFAO.
En la línea, Madonna aparece pegada a Lady Gaga en resultados de popularidad, aunque un puesto por detrás. Madonna gana en «tengo discos» pero Lady Gaga la arrasa en «tengo canciones sueltas», mientras Madonna sufre un alto porcentaje «la conozco pero no tengo sus discos ni canciones». De manera más alarmante, mientras el 99,5% de los universitarios sí saben quiénes son los Beatles (y el 23% tiene «sus discos» en plural), el 4,2% de los universitarios no sabe quiénes son U2. Pero no te preguntes quiénes son esas personas: el 48% nunca ha oído hablar de los mismísimos R.E.M. Sí, aquellos R.E.M. que eran multiplatino en nuestro país y han sonado en M80 o Kiss FM hasta la saciedad.
Mención aparte merecen Vetusta Morla y Love of Lesbian, dos grupos que podíamos considerar de moda entre los universitarios, ambos rondando el 30% del desconocimiento del público. Según el estudio, «estos grupos, teóricamente, estarían más cerca del público entrevistado, pero estos datos nos muestran que no, que son seguidos por generaciones mayores y que, dentro de los más jóvenes, se encuadran en nichos muy específicos». Un tanto pesimista si recordamos que el 20% de todos los universitarios se han molestado en conseguir discos o canciones sueltas de ambos sin que ninguno de ellos suene en radio. En sintonía, sobre el 53% del desconocimiento de toda esta gente de Arctic Monkeys o el dato peor aún de Radiohead, Björk, Arcade Fire o Wilco, el estudio concluye que «estos grupos han logrado éxito de ventas, crítica y premios, pero en España son minoritarios, aunque llenen en sus conciertos, lo que nos indica que su público no es el universitario, ya que tampoco suelen sonar en sus medios y canales».
De nuevo, las cifras pueden resultar desoladoras para aquellos que consideren a Radiohead autores de varios de los discos más reconocidos de la historia, pero tampoco hay que alarmarse con ciertas afirmaciones, tan absurdas como situar que el 95% de los españoles pasó de comprar ‘Más’ ya que el disco de Alejandro Sanz, el más vendido de la historia en España, fue sólo adquirido por 2 millones de personas y no por 40 millones. Ni siquiera el dato de Wilco es tan malo si recordamos que el 7% de los universitarios desconoce quién es Pablo Alborán, ese tipo que lleva 3 añazos en el top 10 de la lista de los discos más vendidos en España. Es típico imaginar al universitario como un público inquieto que está todo el día escuchando a los Pixies y documentándose sobre el origen de la cassette que regaló el NME en el 86, pero todos sabemos que eso no es así en ningún lugar del mundo, y que has de ser muy grande para que toda una muestra con gente de todos los estratos, ideas políticas y orígenes conozca tu pequeño grupo musical. Y no hay motivo para el pesimismo porque mirando a todo el conjunto de la sociedad, el número de personas que cabe en una sala de conciertos es muy limitado. Honestamente, no creo que Radiohead tengan de qué preocuparse mientras un 7% de todos los universitarios, así en general, tenga dos discos suyos en su disco duro. Seguro que cuando vuelvan, les basta para llenar.
Por supuesto, pueden ponerse mil y un pegas a todas estas conclusiones peregrinas sobre un estudio peregrino. Por eso lo divertido es coger la lista y lanzarse al vacío, concluyendo que James Brown es más famoso que Vetusta Morla y que por tanto llenaría más veces La Riviera que ellos de estar vivo (¡ja!), que Bob Dylan está casi tan valorado como LMFAO por la gente joven (otro ¡ja!), que gracias a Dios los Beatles son casi tan, tan conocidos como Marea, y que había un fan de Radio Futura entre quienes han realizado el estudio.
Al margen de la tablita de marras, la conclusión oficial del informe es algo así como que a todo el mundo le gusta la música, pero que casi nadie la valora porque es demasiado accesible desde cualquier dispositivo. Estoy de acuerdo, es interesante, abre un debate y ojalá se hagan más en la línea que den lugar a nuevas cuestiones que nos hagan echar unas risas. Y es que mucho se ha comentado que el 31% no sepa lo que es indie-rock, ¿pero qué me decís sobre que el fan del indie tienda más a estudiar Enología? ¿Y sobre ese interrogante gigantesco que apareció sobre la cabeza del 51% de los estudiantes cuando les preguntaron qué era eso de new age? ¿Es la new age el nuevo indie?