‘Perfect Sense’: Ensayo sobre la ceguera, sordera, anosmia…

La nueva película del irregular David Mackenzie (qué buena era ‘Young Adam’ y que mala ‘Rock’n Love’) es una propuesta tan sugestiva como parcialmente fallida, un filme lleno de altibajos que funciona mejor cuanto más íntimo es y peor cuanto más global quiere ser.

‘Perfect Sense’, que forma parte de la programación del Atlántida Film Fest, es un continuo vaivén entre lo particular y lo general con el Apocalipsis como telón de fondo. En sus peores momentos parece una versión hiperbólica del ‘Ensayo sobre la ceguera’ de Saramago dirigida por el Iñárritu más pretencioso. El director recurre a imágenes de archivo de noticiarios y escenas rodadas en África o Asia para dar una sensación de globalidad, de catástrofe planetaria. Un recurso muy mal engarzado dramáticamente, más efectista que eficaz, que no hace otra cosa que interrumpir de forma molesta el discurrir del relato.

Pero por debajo de tanto ruido (incluida una solemne voz en off y una ampulosa banda sonora) se desarrolla una sencilla y conmovedora historia de amor: la relación entre un chef especializado en pescados (Ewan McGregor) y una investigadora especializada en epidemiología (Eva Green). Los dos sienten cómo nace su amor mientras mueren sus sentidos, cómo florece mientras el mundo se marchita, cómo resiste aunque no lo puedan ver, oler, oír…

‘Perfect Sense’ es apocalíptica pero no catastrofista. No se regodea en el caos. Su discurso es subversivo por humanista. Confía en el ser humano, en su capacidad de adaptación y de ofrecer respuestas solidarias ante la adversidad, en su disposición para ayudar a recuperar el orden después del desastre. Una eficaz alegoría sobre un mundo insensible que recupera la sensibilidad a costa de perder los sentidos. 6,9.

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Publicado por
Joric