Justin Bieber sigue dando que hablar a su paso por Europa. La última de sus aventuras tiene parada en Holanda, donde el cantante aprovechaba para visitar la Casa de Ana Frank, museo dedicado a la figura de la adolescente que pasó dos años escondida junto a su familia para evitar ser apresada por los nazis, y que finalmente fallecía en un campo de concentración, víctima de tifus. Bieber quiso dejar su granito de arena y por ello firmó en el libro de visitas. Una dedicatoria que ya ha dado la vuelta al mundo. “Verdaderamente inspirador el poder venir aquí. Ana fue una gran chica. Ojalá hubiese sido una belieber” son las palabras que dejó el cantante para la posteridad y que recoge la página de Facebook
del museo.
Las palabras de Bieber obviamente han despertado la ira de medio mundo y rápidamente la publicación en la red social se llenaba de comentarios discriminatorios contra Justin por su atrevimiento. El museo ha declarado que para ellos ha sido un honor contar con la visita del adolescente y que en la hora que pasó en el museo se mostró muy interesado por conocer la historia de Frank.