Para empezar, el disco ha sido retirado de Bandcamp. El propio artista se ha creado un perfil en Twitter
para aclarar que se trataban de demos y que no era responsable de este lanzamiento. Luego llegó una historia de un portátil robado y se empezó a devolver el dinero a la gente que había comprado el disco.Pero todo un misterio sigue rodeando este suceso. Los máximos responsables del sello respondían con bastante indiferencia, o incluso alegría, minutos después de haberse filtrado el supuesto disco, y hay páginas que han hecho una investigación más profunda para descubrir que la dirección de correo que se daba como referencia al comprar el disco enlazaba directamente con perfiles del propio Jai Paul en redes sociales.
Misterios aparte, todo huele algo a estrategia de marketing y ha conseguido que muchos medios especializados pasasen el fin de semana hablando de este artista y de las bondades de su supuesto disco de debut.